¿Quieres asegurar la universidad de tus hijos cuando crezcan?

Para todo padre de familia sus hijos son lo más importante. Y, por consiguiente, siempre querrán lo mejor para ellos, como verlos crecer haciéndose personas de bien. Un fuerte empujón para ello es que puedan recibir las ventajas de una educación universitaria, dejarles una carrera profesionista que permita que puedan valerse por sí solos y sepan abrirse paso en el mundo.

En lo que toca a este tema, poder recibir en México la mejor educación tiene costos económicos bastante elevados y por los cuales difícilmente todas las personas pueden acceder a una formación como ésta. Por ello resulta una medida excelente que desde que estén pequeños se invierta en diferentes instrumentos que aseguren la mejor educación de la familia. La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) da algunos consejos, que a continuación te enumero y describo, con la franca encomienda de que alguno se adapte a tus pretensiones y necesidades:

1. Uno de los más tradicionales: un seguro educativo
Este instrumento funciona de una forma muy sencilla: diferentes instituciones financieras te lo pueden ofrecer, y su mecánica es la siguiente. Calculan una media del costo de una universidad en la actualidad, y de acuerdo con algunos indicadores te presentan un cálculo para que pagues (o abones) una determinada cuota por el número de años que hacen falta para que tu hijo ingrese a la universidad.

En este rubro hay dos aspectos positivos: entre más pequeño sea tu hijo, ¡mucho mejor!, porque así el tiempo será mayor y las cuotas más accesibles; y esto se acompaña de un seguro de vida para que, si por alguna razón llegaras a faltar, tu hijo pueda gozar de los beneficios de recibir una educación universitaria a su medida. Sí o sí será un universitario. Si en algún momento decides cancelar la inversión, puedes hacerlo, pero ten en cuenta que hay una penalización de por medio.

2. Otro muy utilizado: los fideicomisos
En éste se tiene que ir invirtiendo un monto fijo durante una cantidad determinada de años. La institución financiera que administra este dinero lo va colocando en diferentes instrumentos financieros para asegurar los mejores rendimientos. Los montos pueden ser muy variables, hay algunos que exigen cantidades, en una primera inversión, desde 10 mil pesos, pero hay otros en los que hasta 150 mil pesos te pueden llegar a pedir.
Cabe mencionar que las ventajas de este instrumento es que el contratante establece las condiciones para que pueda ser cobrado el mismo, dependiendo de sus necesidades. Aquí también es posible que el contratante retire la suma que ha conseguido hasta el momento sin que esto implique una penalización, puesto que anualmente se paga una cantidad que es el costo de la administración del instrumento.

3. Fondos de ahorro: una alternativa muy socorrida
Éste no tiene que ser específicamente para la educación universitaria de tus hijos, pero también se puede contratar para estos fines. Lo que aquí sucede es que el contratante aporta una cantidad mensual que, por lo general, va desde los 500 pesos. El dinero que se aportando se invierte de diversas formas y va generando un rendimiento; evidentemente, a mayor aportación, mayor rendimiento.

Si algún día se necesita retirar el dinero, esto se puede hacer siempre y cuando se cumpla el plazo que se ha fijado con anterioridad. Se entrega el capital más los rendimientos generados. Es un hecho que también hay un riesgo, pero éste suele ser bastante moderado, puesto que es un instrumento bastante conservador.

Ahora que ya los conociste, ¿cuál crees que sea la apuesta más adecuada según tu circunstancia económica actual y tus necesidades? Es un hecho que si quieres asegurar una buena educación para tus hijos, tienes que animarte a invertir ¡a la voz de ya!