Recuento
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TEMAS
Agradezco su lectura. Varios textos aquí publicados han suscitado una andanada de comentarios y apostillas. Usted me ha pedido más letras al respecto de cada tema, varios de ellos o todos, ligados entre sí. Es el caso de las columnas tituladas “Actualización 1”, donde puntualicé los yerros, omisiones, mentiras y falta de planeación y técnica, en el estilo personal de gobernar (toma de decisiones de manera vertical) del ahora gran tlatoani de la nación, Andrés Manuel López Obrador. Otro texto fue “El galope del Cowboy”, donde abordé la bravura, el estar echado para adelante y no de rodillas, de parte del alcalde mi ciudad, “El cowboy urbano”, Manolo Jiménez, quien exige, le planta cara y pide lo justo en recursos para Saltillo a AMLO. No sumiso ni abyecto, sino retador. Así es el norte, así somos, así es Manolo Jiménez.
En esta última columna por cierto, tiré mi mazo de naipes y advertí de lo siguiente: ¿Nos quiere AMLO a los coahuilenses? Mi respuesta fue un no rotundo. Insisto, rápido, mi tirada de cubilete se confirmó. Apenas a días de haber sido publicada la columna, en una toma de decisiones de manera unilateral y vertical por parte del Gobierno federal, el viernes 8 de marzo llegaron 605 peligrosos reos federales procedentes de Isla Mujeres al penal de Mesillas, en Ramos Arizpe. Fue de supresa y sin avisar a nadie. El sábado 9 de marzo le marqué al teléfono personal del atildado y ejecutivo Alcalde de Ramos, José María Morales, “Chema” Morales, para preguntarle su parecer. Parco y medido en sus palabras, dijo estar atendiendo la situación. “Hay que estar alertas”, le espeté al final. “Es correcto maestro, muy alertas.” Nunca, ningún día es igual para gobernar, me habría comentado en febrero y en una charla con una coca-cola de por medio, el Alcalde “Chema” Morales. Hoy se cumple su dicho y de una manera terrible. ¿Se pidió opinión a las autoridades de Coahuila, al Alcalde Morales? No. Así es AMLO.
Y el otro texto del cual me han pedido abonar más letras fue el titulado “La historia jamás perdona…” donde abordé a vuela pluma (el tema y los datos son hartos), la relación de Juan Manuel Muñoz (preso ya en Estados Unidos) con la clase política y empresarial (la plutocracia de Coahuila, pues). En este texto mí tirada de naipes fue una sola: todo está podrido y perdido. Sólo hace falta ver los nombres de los involucrados para darse una idea del olor a rancio y corrupción que emana de todo esto. Fueron 12 años donde se gestó lo anterior, no es gratuito entonces. Estamos así por un largo rosario de cuentas y acontecimientos que se fueron anudando: miedo, cobardía de los ciudadanos, poder vertical, poder omnímodo, ausencia de crítica y de autocrítica de partidos de oposición y “líderes” empresariales y políticos. Y claro, lo principal, la resignación de todo mundo.
ESQUINA-BAJAN
Recuento: a estas columnas les agregaremos letras. No hay duda. Pido un poco de paciencia. El problema es que mientras añadimos párrafos, lamentos y dardos envenenados a lo anterior, otros problemas van avanzando en silencio y sin control. La oscuridad le va ganando la partida a la luz. El túnel es oscuro y tenebroso y sin manera de salir de él. Los días negros son ya más, a los días felices y de sol. Lunes negro el pasado 18 de febrero: tres suicidios. Uno en Torreón, Saltillo y en Múzquiz. En Torreón se colgó el joven Francisco Jared de apenas 17 años. En Saltillo y por amor (lo que eso signifique), un joven de 26 años se quitó la vida dentro de su casa (Calle Centenario, entre Juárez y Emilio Castelar). En Múzquiz, un chaval de 21 años, Javier Rocha, se suicidó. Para el día 20 de febrero, otro suicida en Saltillo por ruptura amorosa con su esposa. Fue Miguel Ángel Coronado de 41 años.
Siempre habrás más días negros en el futuro incierto de estos jóvenes. El viernes 8 y sábado 9 de marzo, tres suicidios en Saltillo. Según mi contabilidad, fueron los suicidio 16, 17 y 18. Un joven de 22 años, Saúl Orozco, se quitó la vida por decepción amorosa. Tras enojares con su novia, Marco Antonio Izquierdo, de apenas 23 años, se colgó en su closet en su casa. Jorge Luis Estrada de 27 años, se colgó en la colonia Cerro del Pueblo. No los podemos condenar por tal decisión, pero si resulta preocupante que la Secretaría de Salud a cargo del lagunero Roberto Bernal, no hace nada al respecto. Al momento de cerrar texto, van 21 suicidios aquí. El año pasado fueron más de 200 suicidios y no tuvo la iniciativa de proponer un plan de emergencia ni mucho menos acciones concretas. Aquí el gobernador Miguel Ángel Riquelme tiene a un funcionario que no funciona. Un lastre para su administración, como lo es Higinio González.
Esto para mí y siempre, es en lo que me interesa poner el acento. Tengo años haciéndolo, tocando esa campana de alerta a las autoridades y a la sociedad toda. Este es el tipo de periodismo y de análisis que me gusta practicar y cuadrar. La insana política de vecindario sólo entretiene a algunos amargados y resentidos. Todos, todos debemos de ayudar y participar en la salud mental de los jóvenes. No condenarlos, sino ayudarlos. Por eso una y otra vez también voy a insistir en que mucho de esta problemática se debe a las redes sociales y su banalidad. También, se debe a la poca espiritualidad y valores. ¿Hay una pastoral y enseñanza evangelizadora para tratar tan grave problema? Pues ha de ser en Bélgica. El monje Raúl Vera López no puede salvar una sola alma de estos chavales que padecen ictericia, pero si es especialista en todo: opina de minas (Pasta de Conchos), de política exterior (emigrantes) o de asentamientos humanos (el tema de ciudad Derramadero). En fin.
LETRÁS MINÚSCULAS
Lamentablemente, estos jóvenes van caminando con un signo de ceniza fría sobre su frente, marcados para su sepulcro sin que nadie haga algo para impedirlo.