¿Recuerdas a Carisaurio, Adriana de Castro y Los Caballeros del Zodiaco?... a 25 años de Caritele
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Te imaginas a Candy Candy, Las Aventuras de Fly, Motorratones de Marte, Los Caballeros del Zodiaco, Sailor Moon, Micromachine, La princesa de los mil años, José Miel, Dinoriders, Guerreras Mágicas, SlamDunk, Zenky, Mazinger Z juntos... sí existió , era el paraiso y se llamaba 'Caritele'
Hace 25 años, en 1993, llegó a la televisión mexicana, junto a la nueva TV Azteca, un programa infantil que parecía un respiro para millones de niños en México, con caricaturas clásicas como 'Sailor Moon' y 'Los Caballeros del Zodiaco'.
Este programa rompió los paradignas de la televisión en esa época. Era conducido por una joven carismática llamada Adriana de Castro, quien estaba acompañada por un dinosaurio muy divertido de nombre Carisaurio.
Pocas cosas podían hacer que un sábado temprano te levantaras de la cama y para muchos esta motivación se llamaba Caritele, la barra de caricaturas del Canal 13 que tanto nos gustaba.
Inició su transmisión los sábados de 8:00 a 14:00 Hrs. Pero agarró tal popularidad que se empezó a transmitir entre semana.
En Caritele se transmitían caricaturas y ánime memorables como Candy Candy, Las Aventuras de Fly, Motorratones de Marte, Los Caballeros del Zodiaco, Sailor Moon, Micromachine, La princesa de los mil años, José Miel, Dinoriders, Guerreras Mágicas, SlamDunk, Zenky, Mazinger Z y muchas más.
Aquí te presentamos las razones por las que Caritele fue un éxito en la pantalla y el programa favorito de toda una generación:
El Carisaurio Este simpático dinosaurio verdoso tenía la cualidad de comunicarse a chiflidos y estaba padrísimo. Cuando el programa pasó a de ser Caritrece (Imevisión) a Caritele (TV Azteca) el programa tuvo también alguito más de presupuesto y eso hizo que le pudieran meter un poquito más de lana a la botarga, una especie de carisaurio 2.0 que ya podía hablar aunque tenía una voz más bien chillona. Algunos creemos que perdió algo de encanto pero igual es porque pecamos de nostálgicos. ¿Ustedes con cuál Carisaurio se quedan?
Adriana de Castro Esta chava tenía un estilo muy fresco de conducción y caía bien sin la necesidad de hacerse pasar por una niña teniendo miles de años, como Tatiana o Chabelo. Su buena onda se veía en su manera de tratar el staff y a los niños que iban de invitados el programa. Adriana de Castro incluso sacó un disco infantil y aunque la cantada definitivamente no era lo suyo, se lo perdonábamos porque era alivianada. ¿Se acuerdan cuando le cantaba el “Sapo verde” a los cumpleañeros? Y como buena conductora infantil que era, no podía hacerle el feo a promocionar chucherías…
Los Caballeros del Zodiaco Éste fue el as bajo la manga que hizo a Caritele crecer y nos hacía quitarnos las lagañas bien tempranito para plantarnos frente a la tele. Para un público que estaba harto de las ñoñeces del oso Yogui o Los Pitufos, Los Caballeros del Zodiaco con todo y su intro españolete eran un trago de agua fresca en el mundo de la animación. En el recreo todos jugábamos a ser algún caballero de Atena y la frase “Dame tu fuerza, Pegaso” fue el grito de batalla de toda una generación. En los tiempos de mayor apogeo de Saint Seiya, llegaban a pasar tres episodios los sábados y nos los echábamos sin chistar porque, aceptémoslo, eran la onda.
Sailor Moon Si los Caballeros del Zodiaco fueron un primer boom desnucador de anime, Sailor Moon fue el segundo gran hit quenació en esta emisión y que además contaba con sus propias figuritas promocionadas por Bandai. Para algunos hombres era placer culposo porque era un anime más bien orientado a las niñas por su corte romántico y dulzón. Lo que escandalizó a muchos de Sailor Moon es que al transformarse las chicas aparecían totalmente desnudas, además de que había muchos personajes de orientación sexual “diversa”, como Ojo de pez, que se travestía a la menor oportunidad y se hacía pasar por mujer, Haruka y Michiru que sostenían una relación lésbica o las Sailor Stars, que eran hombres que al transformarse se convertían en mujeres en trajes de ajustadísimo charol. ¡Tranz!
Las aventuras de Fly “Dragon Quest” era uno de los animes con los que más nos encariñamos y nos frustramos mucho porque la animación nunca llegó al final. Fly era un chamaco que vivía con sus amigos monstruos en una isla con su abuelo Blas (un mago) y fue entrenado por el Maestro Aban en las artes de la magia y la esgrima, quien le enseñó el corte de mar, el corte de tierra y el corte de aire. El poder más acá era la Espada letal de Abán. Aunque aquí lo conocimos como Las Aventuras de Fly, se llamaba Dragon Quest porque se descubre que el símbolo luminoso que aparecía en la frente de Fly era la señal de que pertenecía a la estirpe de los Caballeros Dragón.
Los Motorratones de Marte No había que ser muy suspicaces para encontrar las similitudes entre estas ratas extraterrestres y las tortugas Ninja, pero de todas formas rifaban y controlaban. ¡Además andaban en moto y uno de ellos tenía brazo de cyborg! Los Motorratones además estaban bien mameyes y tenían una ropa bien cool, con arracadita en la oreja, paliacate al cuello y toda la cosa.
Nintendomanía Los que teníamos alma gamer y contábamos con consola en casa o íbamos a jugar a casa de los primos o los amigos, no podíamos perdernos Nintedomanía, un programa que daba tips de los mejores juegos de Nintendo. Aunque originalmente este programa estaba pensado para transmitirse en Televisa, esa televisora quería cobrar cada minuto de emisión como publicidad pues el nombre del programa mencionaba a una marca, por lo que el programa fue ofrecido a Azteca donde fue recibido con agrado dentro de su barra infantil. Era conducido por Gus, la sexy Maggy Hegyi, Javier y Mark Tacher.
X Men La versión animada y noventera de los Hombres X apareció por primera vez en esta barra infantil antes de mudarse a su horario de lunes a viernes a Canal 7. ¿Wolverine, Rogue, qué era eso? Nosotros los conocíamos como Guepardo y Titania, entre muchos otros que también tenían su nombre “tropicalizado”. Si bien no era anime, esta animación también fue un hit en aquellos tiempos en los que Azteca nos daba cosas buenas.