Refranero
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Usted igual que yo, estimado lector, conocemos infinidad de refranes, expresiones cortas producto de la sabiduría popular. Decía mi madre que los refranes no se inventaron a lo tarugo, que eran reflejo fiel del aprendizaje derivado de los aconteceres cotidianos, del bregar diario en la vida. Me viene a la memoria aquel de que: “El león cree que todos son de su condición”, refiérese a la maledicencia por mal pensar en un momento en que un individuo presume que lo que él es en su actuar, es lo mismo que se carga la persona que tiene enfrente. Han habido a lo largo de la Historia diferentes formas de expresarlo, en la Roma de los césares se decía algo así: “Es malo quien presume que los demás son malos”; ya durante el Cristianismo, rezaba: “Ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro”.
Durante mi gestión como diputada local en la 58 Legislatura, subimos, quienes integrábamos el Grupo Parlamentario del PAN, infinidad de veces a Tribuna a pedir la comparecencia ante el pleno de Humberto Moreira para que nos explicara de viva voz el desaseo del manejo del dinero de los contribuyentes; posteriormente la de su fiel servidor y tapadera de raterías y sinverguenzadas que se dieron durante su gestión, Javier Villarreal; luego el de quien quedó en su lugar, Jorge Torres López, cuando el profesor decidió irse de Presidente nacional de los tricolores, pero jamás su mayoría de diputados votó a favor de nuestra solicitud. Y así como eso refutábamos y pedíamos explicación de erogaciones que debían de validarse, aunque fuera mentira el rubro al que decían que se había destinado. Lo único que la minoría que éramos podía hacer era votarles en contra. De ello hay evidencia, salvo que ya la hayan borrado, porque todo se puede en un régimen en el que no existe la división de Poderes ni el Estado de Derecho. Y este preámbulo viene a colación por el sainete que han armado los colorados y sus corifeos con motivo de la entrega recepción de la administración del alcalde de Saltillo, Isidro López Villarreal, al entrante. A más del escándalo por una deuda pública que no existe porque el actual Gobierno municipal no endeudó a los saltillenses. No se les debe ni un centavo a los bancos que son los que cobran intereses, a diferencia de la que sí tienen el Gobierno del estado y el municipio de Torreón que tuvo a cargo el Sr. Riquelme. El Gobierno que encabeza el Sr. Rubén Moreira tiene un saldo de ejercicios fiscales anteriores de 3 mil 996 millones de pesos y una deuda pública de 36 mil 284 millones de pesos. Torreón, de adeudos de ejercicios fiscales anteriores: 487 millones de pesos y una deuda pública de 67 millones de pesos. Pero ahí, pico de cera.
Por otro lado, hay quienes apuntan que la entrega recepción ya debía estarse realizando, incluso esta semana se apersonaron integrantes del equipo del Sr. Jiménez Salinas al Ayuntamiento de Saltillo y entregaron oficios (45) en la oficina del Alcalde y en las de sus directores de área, apremiando ésta. Al respecto en el artículo 24 de la Ley de Entrega-Recepción del Estado y Municipios de Coahuila se establece que el acto podrá iniciar a partir de que el servidor público entrante, en este caso, municipal, haya sido legalmente reconocido por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana. El Sr. Jiménez recibió el 9 de junio su constancia de mayoría de votos. En el artículo 27 del mismo ordenamiento se establece que para los efectos de la integración de una comisión de enlace del entrante es requisito que éste sea reconocido “legal y definitivamente por la autoridad electoral competente”. Por otro lado, el artículo 167 del Código Electoral para el Estado de Coahuila de Zaragoza prescribe que el proceso electoral ordinario concluye “al resolverse el último de los medios de impugnación que se hayan interpuesto o cuando se tenga constancia de que no se presentó ninguno”. El mismo artículo 167 mandata que la última etapa, la de dictamen y declaración de validez, culmina con “el aviso de que no se presentó ninguna impugnación o con las resoluciones que emitan las autoridades jurisdiccionales”. Falta la definitividad, todavía no se configura, por ende, lo establecido en el artículo 27, aún no es viable. De ahí que las urgencias de la entrega recepción carezcan de fundamento legal. Hoy día está impugnada la elección por el rebase en el tope de gastos de campaña del Sr. Manolo Jiménez Salinas, ante el Tribunal Estatal Electoral; no se ha resuelto, además es recurrible ante la sala regional del TRIFE la resolución que emita el de casa, si ha lugar.
Lo que el día de ayer resolvió la Sala Regional del TRIFE fue un recurso de apelación que el Sr. Manolo Jiménez enderezó en contra del Consejo General del INE, y no significa que el asunto del rebase del tope de gastos de campaña esté concluido –porque eso fue lo que se manejó en los medios–, simplemente se lo está regresando al INE para que revise de nueva cuenta lo emitido. De modo que sigue pendiente la declaración de validez de la elección de Saltillo.
“Dime de qué presumes y te diré de que careces”. Este dicho tan castellano se vuelve realidad una y otra vez en nuestra Coahuila. Como se hubiera ponderado y aplaudido la meticulosidad que hoy exhiben los colorados cuando Coahuila sufrió la estafa de los 37 mil millones de pesos, de los que no hemos pagado ni un céntimo de capital, pero qué tal de intereses. Y no han castigado a los responsables, al contrario, los han protegido como si se tratara del Santo Grial. Mi amiga Laurita me dice que “no hay pillo que no sea desconfiado”. Y yo remato diciendo que “el león cree que todos son de su condición”, con perdón del león.