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El alma se fortalece desde la niñez, pero nunca es tarde para darse el tiempo de analizar lo que nos daña emocionalmente, para alcanzar el perdón; esto sugiere el coach Rafael Ayala, en su best seller
“Sanando las Heridas del Alma” es el primer libro de Rafael Ayala, un coach experto en Transformación Humana y Empresarial , 16 años después de que saliera, en su edición de aniversario está actualizado y tiene capítulos nuevos.
El autor apela a valorar las cosas sencillas de la vida y a cuidar el alma, que se forma en la infancia y que podemos fortalecer en nuestros hijos o en los niños que nos rodean, porque es fundamental cuidarla para tener un equilibrio emocional y no sólo físico.
El autor define el alma como “la parte del ser que conjuga las emociones y pensamientos bajo el arbitraje de la voluntad”.
En cuanto a cuidarla el alma de los niños, Ayala, dice que “definitivamente los seres humanos tenemos necesidades básicas del alma y así como con nuestros hijos nos preocupamos por proveer sus necesidades físicas, es decir una buena nutrición, alimentación, ejercicio etc; también necesitamos nutrir necesidades del alma y hay necesidades básicas, una por ejemplo, la necesidad de sentirse seguros”.
Esa seguridad se las damos a través de protección, cuando se meten en algún problema estamos ahí para respaldarlos, independientemente de que haya que corregirlos o no. Otra necesidad del alma es la “provisión, es decir que tengan lo básico, alimento, vestido y un techo”, aduce.
Y así como tenemos que proveer seguridad, debemos aceptarlos como son, “aunque no sean como a mi me hubiera gustado que fueran”, hay niños introvertidos y extrovertidos, unos altos y otros bajos, unos delgados y otros más bien gorditos, y no debemos hacer diferencia, sino aceptarlos.
Nuestra alma también requiere respeto, un aspecto fundamental en la vida de todos. Y para ilustrarlo, da el siguiente ejemplo, “si yo estoy platicando con un adulto y de repente llega mi hijo, le digo: 'no interrumpas hijito, estoy platicando con el señor', la pregunta es, ¿si estoy platicando con el niño, le digo al señor: 'no interrumpas, estoy platicando con el niño'”?. Vemos así como existen faltas de respeto que nunca pensamos que lo son, porque no hay una intención de menospreciar, pero las necesidades del alma tienen que ver con la percepción, de manera que un pequeño de 6 o 7 años lo que percibe es que no merece respeto porque no es adulto”, comentó.
Este tipo de situaciones provocan desnutrición del alma y de la autoestima.
Otra necesidad del alma, probablemente la más importante de cubrir es el amor. “El amor en la actualidad se ha distorsionado” -afirma Rafael Ayala- “en el libro hablo sobre cuál es, desde mi perspectiva el verdadero concepto del amor. Todos, requerimos expresiones de amor para sabernos amados, contacto físico, palabras que manifiesten este cariño.
La última de las necesidades del alma es la identidad, “el derecho del otro a ser distinto a mi”, describe el autor. “El perdón es el desinfectante del alma, lo que logra es que ya no me duela lo que me dolía”, afirma.
Sanando las Heridas del Alma
Rafael Ayala
Editorial Taller del Éxito
Nueva edición de aniversario
274 páginas
Disponible en librerías
¡Síguelo!
@RafaelAyalaG
rafaelayalaautor
RafaelAyalaAutor