Sana, Torreón, sana (2)
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¿Cómo y cuándo daremos nuestro testimonio de lo que vivimos? ¿Cómo y cuándo seremos escuchados y escucharemos historias de otros y obtendremos respuestas construidas por nosotros? ¿Cómo y cuándo nos sentiremos empoderados, reivindicados y restituidos en nuestra condición humana tan maltrecha por esa violencia que sufrimos?
¿O permitiremos que esa violencia ya crónica e instalada y normalizada en nuestra psique colectiva incremente los índices de suicidio, alcoholismo, drogadicción, depresión, violencia intradoméstica e intervecinal, divorcios, infanticidios, violaciones, feminicidios y asesinatos en Torreón?
La alternativa es una, a mi parecer: diseñar e implementar una propuesta que construya la paz con sentido estratégico en nuestro Torreón. Pero antes de detallar su ruta crítica, precisemos su alcance.
1) Construir la paz, exige trabajar con actores políticos diversos, unificar sus voluntades y superar retos complejos. Uno de ellos: la incredulidad o negligencia para enfrentar y superar el duelo que vivimos como ciudad a partir de la violencia sufrida del 2007 a 2014. La tragedia ocurrida en el Colegio Cervantes es el recordatorio
2) Obliga aplicar sus principios teórico-metodológicos para que las personas y los grupos resuelvan sus conflictos sin violencia
3) Fuerza atender las raíces del conflicto a través del diálogo, la mediación y la negociación, para registrar la historia; prevenir la violencia y construir estructuras sociales justas.
La ruta crítica de esa construcción de paz estratégica tiene 7 pasos mínimos:
1) Invitar al CIESLAG, al CCI-Laguna, a la CEDHC, a la Academia Interamericana de Derechos Humanos, a la Comisión Estatal de Atención a Víctimas y a OSC defensoras de DH para integrar un equipo con un objetivo: diseñar y coordinar dicha propuesta que contendría estas tareas.
2) Lanzar una convocatoria para capacitar a 100 personas voluntarias como Activistas por la Paz durante 6 meses.
3) Integrar estas competencias a su capacitación: auto reflexión, meditación, empatía, compasión, escucha activa, comunicación asertiva y no violenta, indagación apreciativa, facilitación grupal, creatividad para resolver problemas y capacidad para dialogar, mediar y negociar.
4) Repetir convocatoria cada 6 meses hasta alcanzar el número de activistas establecido por el equipo.
5) Designar tareas en territorio para la 1er centena de Activistas. Éstos cubrirán -poco a poco- grupos de jóvenes y mujeres, escuelas, iglesias, cámaras empresariales, colegios de profesionistas, clubes de servicio, etc, interesados en reconstruir su memoria histórica, resolver conflictos con medios no violentos y edificar estructuras justas para preservar la paz.
6) Monitorear y evaluar el trabajo de los Activistas de manera periódica.
7) Subir avances de su trabajo a un portal para que los torreonenses -conozcan sus avances en territorio.
Ahí están el espíritu voluntario de los torreonenses y, entre otros, un semillero de jóvenes líderes en Visión Metrópoli (IMPLAN), la Asociación Cívica de La Laguna y el Poder de Uno (ITESM).
Por todos. Esperemos lo mejor.
@Canekvin