‘Sazonan cambio a fuego lento’
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Aunque por ahora se administra bajo régimen de arrendamiento, el trato incluye la posibilidad de compra dentro de unos años
Los trabajos de remodelación en el restaurante La Canasta que empezaron desde el sábado con la nueva administración seguirán durante los siguientes 3 meses y medio, con la cual buscarán sorprender sin alterar su esencia.
Desde la oficina que hoy tiene en La Canasta, Javier Alanís Verástegui explica el proyecto que, junto con sus socios Diego Magallanes de la Peña y Arturo Talamás Gloria, implementarán en uno de los negocios locales de mayor tradición.
La remodelación inició desde el sábado; en la cocina tardarán 10 semanas, e incluirá al menú, aun que manteniendo los platillos más representativos del restaurante. La reinauguración se hará hasta concluir toda la remodelación.
Se remodelará la veranda o terraza, se sumará una cava y área para fumadores. Se modernizarán algunos de los privados para darles doble uso: social o empresarial.
Los cambios a la fachada serán ligeros, más enfocados a la terraza y jardinería. Se modernizará interior conservando su atmósfera acogedora, con artesanías y antigüedades que la señora Graciela Garza Arocha dejó con sus colecciones.
Tal como lo ha hecho durante 53 años, el servicio no se detendrá, aunque cerrar hubiera hecho más cómoda, ordenada, controlada y sencilla la remodelación.
Al momento en que el área de cocina deba cerrar para trabajar en pisos, agua y gas, verán la posibilidad de instalar colocar toldos en la veranda o el estacionamiento.
En el caso del personal, el viernes, junto con la señora Graciela Garza Arocha, se retiró también doña Guadalupe Barea, quien fuera chef empírica del establecimiento por más de 47 años sin faltar ni lunes o domingo. Su hijo Tonatiuh Martínez Barea queda como chef ejecutivo, quien desde los 14 años empezó a trabajar en La Canasta laborando durante 16 años, aunque recientemente trabajaba en el restaurante Bon Appetit, del Parque Industrial de Ramos Arizpe. También se sumarán otros chefs.
Los 6 platillos que dejaron en el menú provisional (Cáscaras de Papa, el Arroz Huérfano, el Caldillo Canasta, el Chicharrón con Nopalitos, el Filete Tapado y las Enchiladas a ATM) fueron seleccionados para operar de manera sencilla en tanto se realiza la remodelación; tendrán solo un cambio en su presentación y más adelante se le sumará el nuevo menú de comida mexicana.
Aunque el negocio se maneja bajo la modalidad de arrendamiento, Alanís Verástegui señaló que viene con la opción de compra para dentro de algunos años.
Ya extrañan a propietaria...
En los días que ya llevan al frente de La Canasta comentó que han percibido que los comensales extrañan a la señora Graciela Garza porque hay clientes que no sólo son asiduos a degustar sus platillos, así como a su apapacho, pues siempre estaba al pendiente.
Pero también hay quienes ven con respeto y felicitan el emprendimiento de los nuevos administradores, considerando que después de tantos años de arduo trabajo, doña Graciela merece descansar, e igualmente se percibe entusiasmo por conocer el nuevo proyecto y reciben muestras de apoyo durante la transición.
Alanís Verástegui añadió que junto con sus socios están muy entusiasmados a la vez que presionados: “Porque reconocemos que el esfuerzo y logro de Doña Graciela fue de gran nivel, pues su ejemplo de arduo trabajo, tenaz y continuo como apasionada chef y anfitriona nos deja ‘unos zapatos’ muy grandes para llenar”.
