Se desploma inversión extranjera en turismo
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En octubre de este año, el titular de la Secretaría de Turismo, Enrique de la Madrid, manifestó que la inversión extranjera en el turismo, en especial en el sector hotelero, refrenda la confianza que tienen las grandes cadenas internacionales en la economía mexicana y significan un importante impulso a la actividad turística del País
CDMX.- La inversión extranjera en la industria del turismo se desaceleró a su menor nivel en los últimos siete años, debido a la falta de nuevos polos de desarrollo en centros de playa y destinos al interior del País.
De acuerdo con información de la Secretaría de Economía, la Inversión Extranjera Directa en el turismo fue de 413 millones de dólares entre enero y septiembre de este año, se trata del menor flujo productivo desde 2009, para un periodo similar.
Durante el último par de décadas, los inversionistas extranjeros han preferido invertir en departamentos y casas amuebladas con servicios de hotelería en México.
Esta clase de bienes captó 322 mdd entre enero y septiembre, es decir, 78% de la inversión extranjera que llegó hacia la industria.
Los hoteles y moteles se repartieron 20% de los flujos productivos, mientras que los restaurantes con servicio de preparación de alimentos a la carta o de comida corrida obtuvieron 2%.
El director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, José Luis de la Cruz, opinó que la menor inversión extranjera en el sector se debe a la falta de nuevos polos de desarrollo turístico.
Expuso que la inversión foránea tiene nichos muy consolidados, como son los destinos de Cancún y Playa del Carmen, así como Los Cabos y Acapulco, que generan buenos negocios, pero sin implicar inversiones adicionales significativas.
“Se necesitan polos de desarrollo turístico que impliquen una nueva oleada de flujos productivos en centros de playa, que regularmente captan mayor inversión extranjera, y en destinos al interior del País como zonas arqueológicas o coloniales”, opinó De la Cruz.
Reconoció que la llamada industria sin chimeneas ha sido muy golpeada por los problemas de inseguridad que hay en el país, un elemento que ha jugado contra el sector durante la última década.