Se ejecutó la primera donación de plasma en Coahuila

Durante el fin de semana, el doctor Carlos Araiza Bandt, quien fue contagiado y supero el coronavirus, donó su plasma a especialistas al Hospital San José en Monterrey Nuevo León, con el objetivo de que este sea utilizado para mejorar la salud en pacientes positivos de COVID-19 que presenten un estado crítico de salud.   Aunque inicialmente se había agendado su cita para este 11 de mayo, fue durante el sábado 9 cuando el médico, quien se desempeña como subdirector de salud del municipio de Frontera viajó a la sultana del norte a realizar la donación.   "Es poco tedioso, son varios los análisis por cuestiones de seguridad y de protocolo de cualquier transfusión pero no hay una molestia que pudiera destacar".

Dijo que especialistas del Tec Salud fueron quienes le atendieron, ellos tienen un expediente donde indican que el pasado 9 de abril el médico dio positivo a la prueba SARS-CoV-2 que aplicó la Secretaría de Salud de Coahuila, posteriormente se somete a la misma y para  el día 23 del mismo mes  se le entrega el resultado negativo,  y se confirma que es candidato a la donación de su plasma.   Fueron 800 mililitros de plasma que se fraccionaron en cuatro unidades de 200, de estos cada paciente recibirá tres unidades, el resto se resguarda para complementar otras donaciones.   "La donación se aplica a pacientes, como es un protocolo de investigación primero se determina la seguridad, ahora realmente el Hospital San Jose atiende a pacientes de todo México, ahí se está haciendo el protocolo y determina a quien se le aplica. Pero podría ser para beneficiar a cualquier lugar de México".   Mencionó que los médicos que están encargándose del tratamiento del plasma, podrán apoyar a ciudadanos fronterenses con la aplicación de este en caso de así requerirse.   Al momento solo el doctor Araiza Bandt y Serafin Moya son los únicos en donar su plasma a este equipo de  especialistas para apoyar a pacientes con un estado grave.   LOS DATOS El coronavirus llegó al doctor de una forma inesperada aún y cuando el sabía que corría el riesgo por ingresar a las clínicas 9 y 85 sitiadas en el municipio de Frontera.   No hubo síntoma como la fiebre, solo una dificultad para respirar que le inquietó y le mantenía incluso nervioso. Vino su aislamiento y también la prueba COVID-19, a los pocos días se confirmó que era portador del virus.   Los síntomas se convirtieron en ansiedad incluso registró taquicardia, perdió el sentido del gusto que le causó la pérdida de 8 kilos de peso al final de la cuarentena.

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