Se hablará del ‘qué’
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Y también del “por qué”, del “para qué” y, claro, también del “cómo ser feliz”. Es el vigésimo cuarto Congreso Regional de la Mujer y su tema es ese: “Ser feliz”.
Será el 20 y 21 de este mes de septiembre, en Villa Ferré, de Saltillo.
Familia Unida, dedicada a consultoría y formación, lo ha organizado con un objetivo: descubrir que la felicidad es una decisión humana. Se adelanta, en el programa publicado, la línea maestra de la reflexión afirmando que: “la felicidad
es vivir el presente, superar el pasado e ilusionarse con el futuro”.
Se anuncia la respuesta a la pregunta: “¿qué me hace feliz?”. Se presentarán testimonios de logros destacados. Se enfrentan dos realidades existenciales que parecen excluirse: la felicidad y el dolor.
Pistas, claves, caminos hacia la dicha: se explicarán ocho.
Para las mujeres que asistan con su esposo se tendrá un tema interesante la noche del jueves 20 a las 8:30 p.m. presentando la posibilidad de complementar dos realidades contrastantes: el amor en la pareja y el manejo de las finanzas domesticas.
El viernes 21, el dilema que será escudriñado es el de lo que llaman éxito y eso otro que llaman felicidad. Ese mismo día se sugiere cambiar mejorando y estrenar la felicidad en el ahora del día y del momento. El remate es un septenario de secretos: 7 recursos que pueden emplearse para lograr el objetivo de ser feliz.
Es importante este tema en una época de transición en marcha y de transformación intentada en nuestra comunidad nacional. Se requiere gente contenta, entusiasta, dinámica, optimista, alegre, positiva que sepa superar el pasado, vivir y disfrutar el presente e ilusionarse con el porvenir.
Hay una visión equivocada. Es la que entiende la felicidad como conjugación del verbo tener. Se ve sólo la circunstancia, las posesiones, los bienes materiales, la holgura financiera, el acaparamiento de satisfactores hasta sumar lo superfluo.
Se acentúa el afán desbocado de poder, de tener y de placer. Se anhela el ocio, lo confortable, lo variado, lo cuantioso y lo actualizado.
Se presentan modelos de “éxito feliz” en codicias insaciables y en abundancias de desperdicio, junto con un brillo de lujo exhibicionista. Se ofrece como modelo apetecible un estilo de vida que parece nunca saciarse al caer en una adicción creciente y compulsiva. Sin embargo, al confundir placer con felicidad se genera el desgaste, el tedio, la quiebra interior y la deshumanización.
La actitud de sobriedad y moderación, de templanza y equilibrio descubre que no hay felicidad sino en el momento presente. Que sólo lo auténtico y lo amoroso producen serenidad y paz y el mundo de la fe ilumina el permanente regocijo de una misión cumplida, de un disfrute sano y agradecido de los dones divinos y de una fortaleza victoriosa en las adversidades...
Esperemos que los valores personales, conyugales y familiares queden favorecidos por este que esperamos sea un congreso feliz...