Señales que deben alarmarte si estás embarazada

El embarazo es quizás una de las situaciones más anheladas para la gran mayoría de las mujeres. Desde luego que llegar hasta ese punto requiere —preferentemente— que la mujer en cuestión esté preparada de manera física y mental para asumirlo.

Se sabe desde hace mucho que si se es demasiado joven así como si se tiene una edad avanzada y se queda en embarazo, no solo la mujer sino su criatura corren peligro de padecer de enfermedades graves y hasta peligro de muerte. Por ello se hace necesario que antes, durante y después del embarazo la mujer cuide de su salud física y mental para evitar que mayores complicaciones se hagan presentes durante la dulce espera.

Sin embargo, a pesar de los muchos cuidados que hayas tenido antes de embarazarte pueden ocurrir imprevistos que pongan en riesgo la salud o vida de ambos (tú y el bebé). Por eso, a continuación haré relevancia en 5 síntomas que te ayudarán a estar alerta durante tu gestación para que puedas evitarte complicaciones innecesarias y tengas una feliz de tu maternidad.

Inflamaciones en cara y manos

Cuando el embarazo está llegando a término es normal que una mujer se le hinche las rodillas, piernas, tobillos y pies en señal de la llegada de la criatura, la situación no es igual si la hinchazón ocurre en la cara y las manos, esos ya son síntomas claros de preeclampsia.

La preeclampsia o hipertensión en el embarazo presenta una gran cantidad de contrariedades entre las que se incluyen dolores de cabeza, hinchazón de manos y cara (edema) y esto a causa de la retención de mucho líquido y aumento brusco de peso.

También puede ir acompañada de dolor abdominal en la parte alta, agitación, disminución de las ganas de orinar, náuseas y vómitos, e incluso visión borrosa.

Lo mejor es recurrir al ginecobstetra ya que es una afección delicada que pone en riesgo la vida de ambos.

Infección urinaria

Aunque comúnmente una infección urinaria no representa un mayor riesgo para la salud femenina, cuando se está en embarazo sí, pues pone en riesgo la vida del bebé.

La infección sucede cuando las bacterias de la piel, vagina o recto entran en la uretra y se desplazan hacia arriba. A menudo las bacterias se detienen en la vejiga y allí se multiplican, causando una inflamación y los típicos síntomas de la sistitis (deseos de orinar de manera frecuente y ardor al hacerlo)

Pero las bacterias también pueden desplazarse desde la vejiga, hasta los riñones causando una infección. La infección en los riñones (pielonefritis), es la complicación médica grave más común durante el embarazo que puede extenderse a la corriente sanguínea y poner tu vida y la de tu hijo en riesgo, ya que hará que nazca prematuro, bajo de peso o incluso muerto.

Color amarillento en la piel, los ojos, y membranas mucosas

Esta afección aparece solo durante la gestación y su nombre correcto es colestasis intrahepática del embarazo. Consiste en un trastorno caracterizado por picazón e ictericia (color amarillento en piel ojos y mucosas).

Por lo general se hace presente en el tercer trimestre de la gestación, aunque puede aparecer antes. La afección comienza con picazón en la palma de las manos y plantas de los pies sobre todo por la tarde/noche, que al cabo de poco tiempo se hace continua y puede abarcar todo el cuerpo. El color amarillo en la piel (ictericia), aparece 2 semanas después y por lo general es leve. Los síntomas habitualmente desaparecen dos días después del parto.

Sin embargo, el riesgo de parto prematuro y muerte fetal aumenta en mujeres con colestasis intrahepática del embarazo, por eso es importante ante estos síntomas consultar al médico.

Aumento de sed 

Aunque tomar agua no tiene nada de malo a simple vista, cuando una mujer está en embarazo y la necesidad de beber agua va en aumento cada vez más, puede ser síntoma de algo más delicado; diabetes gestacional.

La diabetes gestacional es la presencia de glucemia alta (diabetes) que se diagnostica por primera vez durante el embarazo.

Una mujer tiene mayor probabilidad de padecerla si: Tiene más de 25 años al quedar embarazada, hay ante antecedentes familiares de diabetes, tuvo un bebé que pesó más de 4 kg o que tuvo una anomalía congénita, tiene hipertensión arterial, demasiado líquido amniótico, ha tenido abortos espontáneos, sobre peso antes del embarazo y aumento de peso de manera excesiva, por último también influye que tenga ovario poliquístico.

Trabajo de parto prematuro

Comienza antes de las 37 semanas de gestación. Cuando un bebé nace antes de 37 semanas corre más riesgo de tener problemas de salud debido a que los órganos como los pulmones y el cerebro terminan de desarrollarse en las últimas semanas de gestación (39 a 41 semanas).

Ciertos padecimientos como infecciones, el cuello uterino corto o incluso haber tenido partos prematuros anteriores aumentan el riesgo de un trabajo de parto prematuro.

A veces puede detenerse o ralentizarse el trabajo de parto prematuro con medicamentos. Además, la progesterona (hormona que se produce naturalmente durante el embarazo), se puede usar para ayudar a evitar el trabajo de parto prematuro.

Aunque los anteriores síntomas o señales a primera vista pueden llegar a ser pasados por alto por una madre primeriza, lo justo es que sepa qué no está bien con su cuerpo y empiece a sospechar para que recurra en busca de ayuda médica apropiada y así asegurar la salud propia y la de su amado hijo.