Sin futuro… Viene la mayor recesión en México en 88 años
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¿Hay responsables? Sí, absolutamente sí. Le tengo nombres y apellidos
¿Soy un amargado? No lo sé. Depende. En tramos de mi vida he estado todo el tiempo avinagrado. En otros tramos, avinagrado más un plus: encabronado. ¿Soy un peligro para la humanidad del “sonríe, todo va a estar bien”? No lo sé, tal vez sí. La motivación enlatada es lo de hoy. Lo ha carcomido todo hasta sus cimientos. Es decir, es la formación en masa y línea de los jóvenes e infantes. La verdad no creo en el pinchurriento mundo de “empleados transformados”. Obreros, les decíamos ayer. Y obreros y empleados mal pagados y jodidos se van a quedar. No creo en eso de que un pobre enfermo de cáncer luche como un “guerrero”. No hay guerrero que haya ganado la guerra, la batalla. Siempre pierden y mueren porque el demonio del cáncer así es. Sencillo. Incluso, lo siguiente raya en la locura: hay gente, hay humanos que ven la llegada del cáncer a su vida como una “bendición”, con lo cual adoptaron una visión del mundo “positiva y amorosa”.
¡Puf! Cada quien sus traumas. Le decía, tal vez estoy amargado, avinagrado; con mis toxinas me siento muy a gusto en honor a la verdad y no pienso cambiar. Sería alta traición. ¿Hay alguna cosa positiva en esto de la pandemia del bacilo chino? Para mí, ninguna. El enclaustramiento nos vino a recordar lo peor de los humanos y de lo que de verdad estamos hechos. Como dijo la escritora Margo Glantz: “la pandemia un mes nos hace mejores, luego seremos los mismos”. Sí, seremos individualistas, cínicos, poco solidarios, negativos, destructivos, como siempre.
¿Veo el futuro positivo, lleno de batallas y peleas los cuales no son un problema sino una oportunidad? Ni madres. Todo lo veo cenizo, pardo, de la chingada. Y he puesto como ejemplo siempre, la vida de una amiga a la cual bautizaremos aquí como la guapa Angélica. Esta niña tiene 20-21 años, la conocí hace muy poco, antes de la llegada del bacilo de laboratorio chino. Trabajaba como diligente mesera en un bar del centro. Un bar de rompe y rasga, pues. Es atenta y guapa. Un día platicando con ella le pregunté y me dijo de sus ojos por siempre tristes y bajos: vivía con su papá y su mamá en zona de guerra, Mirasierra. No había terminado la secundaria. Tuvo que trabajar y ayudar con pesos en su casa. Su hermana mayor (23 años) recién se había casado y estaba esperando un niño. Claro, se había llevado a vivir al esposo a su casa. ¿Sabe usted cuántos en total en dicha casa? Nueve seres humanos en dos cuartos, una sala / cocina y un sólo baño.
¿Sana distancia, lavarse las manos 10 o 12 veces al día? ¿Trabajar desde casa, pedir la despensa por email, pagar servicios vía correo electrónico, estudiar desde casa en la computadora en “tiempo real”? Eso es en la imaginación de san Hugo López-Gatell y en la afiebrada cabeza amorosa del cacique envilecido de Andrés Manuel López Obrador. En el mundo real, son nueve personas en dos cuartitos y un baño.
ESQUINA-BAJAN
Quien esto escribe cumplió con su amiga al ofrecerle periódicamente surtir una despensa de acuerdo con mi dinero disponible y con base en sus necesidades. Ya luego, ella me comentó que llegaron los apoyos en especie del Ayuntamiento local encabezado por el Cowboy Urbano, Manolo Jiménez. Una bendición, me dijo. Se han mantenido en la delgada línea de la sobrevivencia. Pero sin poder trabajar bien, al día de hoy, ella ni su papá ni el marido de su hermana, la embarazada. Ante este desolador panorama, claro que la niña era dueña de unos ojos cenizos y sin futuro. Y eso era antes de la pandemia, hoy debe de ser un fardo de huesos, tendones y linfa amoratada, no obstante su juventud. Tengo un buen sin verla.
¿Cuál es el futuro? ¿Cuál es mi futuro, el futuro de esta niña y para su familia? Se prevé (ya está aquí, pues. Es un mero eufemismo) la mayor recesión en México en 88 años. Así lo plantea el coordinador del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos (CEMPE) de la Facultad de Economía de la UNAM, el doctor Eduardo Loría. Vamos a decrecer por el orden del -7 al -8 por ciento este año. Según todos los pronósticos, incluyendo al Banxico y la CEPAL. Como ejemplo, si usted recuerda aquello del memorable “error de diciembre” de 1995, cuando todo se vino abajo y la fuga de capitales fue bestial, esa vez la economía retrocedió -6.22 por ciento vea usted entonces en los calzones en los cuales vamos a quedar.
Vamos a retroceder más de dos décadas en materia de pobreza, ha advertido el investigador Eduardo Loría. Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (la famosa Coneval, la cual AMLO ha querido limitar o de plano desparecer), antes del virus chino, 20.4 por ciento de los mexicanos no podían cubrir la ingesta calórica mínima (26 millones de mexicanos). Ahora, a finales de este año y principios del siguiente, ascenderían a lo anterior el 40 por ciento de la población mexicana (más de 50 millones de personas). De este tamaño va a ser el piquete del bacilo chino.
¿Hay responsables? Sí, absolutamente sí. Le tengo nombres y apellidos. Son Andrés Manuel López Obrador y su equipo de sabios, científicos e incapaces. En plena pandemia (23 de abril) firmó un decreto de recortes presupuestarios a 15 Secretarías de Estado, 10 entidades no sectorizadas, organismos desconcentrados, fideicomisos, entre otros. Por cierto, aquí entró el Conacyt. El recorte fue por el orden de los 39 mil millones de pesos. AMLO practica una liga menor de la avaricia, el ahorro. Basura. Lector, usted tiene diputados, senadores y directores en el poder, todos compadres de AMLO: Armando Guadiana, Luis Fernando Salazar, Diego del Bosque, Javier Guerrero…
LETRAS MINÚSCULAS
¿Ya los cuestionó por lo anterior? ¿Usted volvería a votar por ellos, si acaso lo hizo? Sin duda, es hora y tiempo de realizar una disección de los políticos locales.