Sombrío panorama económico y el riesgo de una reapertura desarticulada

Nos hemos cansado de ver, en el transcurso de las últimas semanas, proyecciones cada vez más aciagas sobre el impacto económico que está dejando la pandemia por el COVID-19: la estimación del Banco Mundial sobre las 60 millones de personas que podrían caer en pobreza extrema en el mundo; el aumento del 5.9 por ciento en el número de pobres para nuestro país calculado por la CEPAL; pronósticos de contracción del PIB mexicano en torno al 8 por ciento; un fuerte incremento del desempleo y el temor de que, en consecuencia, pueda aumentar también la criminalidad. Ese panorama, cada vez más ensombrecido, deja una certeza que decenas de especialistas han advertido ya: estamos frente a la crisis económica más grave en un siglo. Las actividades productivas deben ponerse en marcha, sí, pero una reapertura desarticulada puede echar a perder lo mucho o poco que el encierro haya logrado contener. 

En estos días, el Inegi ha sumado información a la radiografía del escenario mexicano: en el caso del desempleo, éste representó, durante el primer trimestre del año, un 3.4 por ciento de la Población Económicamente Activa, según los recientes datos del Instituto a través de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). Eso quiere decir, que la población desempleada en México durante enero, febrero y marzo, sumó 1.98 millones de personas. El COVID-19, por supuesto, está incrementando la cifra. Los datos muestran además, que la población subocupada pasó de 6.8 por ciento durante el primer trimestre de 2019 a 8.5 por ciento en los primeros tres meses de este tan problemático 2020. 

Situando la mira en Coahuila, el Observatorio de La Laguna señaló que de febrero a abril, la entidad ha perdido cerca de 23 mil empleos. El mapa en La Laguna arroja que Torreón perdió, en ese mismo lapso, 3 mil 726 puestos de trabajo; San Pedro, 168; y Matamoros, 155. Los municipios de la zona conurbada del lado duranguense sumaron 1 mil 187: Gómez Palacio perdió mil 65 puestos laborales y Lerdo 122. Por actividad económica, los sectores más afectados han sido la industria de la transformación, la construcción y el sector comercial y de servicios.

Este último sector, en el que se sustenta buena parte de la economía lagunera, arrojó que, en lo relativo al comercio, se perdieron 6 mil 275 empleos al cierre del primer trimestre de 2020 con relación a los números con que finalizó 2019; es decir, el año pasado terminó con 117 mil 940 personas ocupadas en el sector comercial, y al cierre del pasado marzo, eran 111 mil 665. El área de servicios, por su parte, ha tenido un comportamiento más positivo: abrió 2019 con 234 mil 270 empleos y lo cerró con 245 mil 694. 

Al cierre del primer trimestre de 2020 el dato era marginalmente mayor, al reportar 245 mil 745 personas ocupadas en el sector. 

En la ENOE, Torreón aparece como la quinta localidad con mayor tasa de desocupación en el País con un 4.9 por ciento. Saltillo, por ejemplo, ocupa el octavo lugar nacional con un 4.5 por ciento. Sin embargo, la diferencia entre ambas ciudades es mayor sobretodo al revisar las cifras de subutilización, es decir: personas subocupadas, desocupadas y disponibles para trabajar. En Torreón, un 21.5 por ciento de las personas están en esa condición, mientras que el porcentaje en Saltillo es del 11.9 por ciento.

Una economía endeble, como en términos generales es la mexicana, difícilmente puede resistir mucho más una situación tan adversa e inusual como el cerrojo que impuso la pandemia por el COVID-19. Es claro que los recientemente anunciados planes de reapertura progresiva de la actividad están empujados más por una necesidad de mover, al menos algo, la pesada loza de la crisis financiera, que por una gestión exitosa de la emergencia sanitaria. Las dos crisis son todavía enormes y un paso en falso puede resultar catastrófico. La economía necesita con urgencia reactivarse, pero no al costo de seguir aumentando el riesgo sanitario. Ojalá que se encuentra el punto de equilibrio en un momento donde, al menos aquí, la curva de contagios sigue en ascenso.

@manuserrato

Manuel Serrato

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