Su último deseo
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Mañana es el Día Internacional de la Mujer, y para la ocasión hoy vamos a hablar de la realizadora afroamericana Dee Rees, quien el mes pasado estrenó su segunda película para Netflix, “Su último deseo”.
Dee Rees es una cineasta de quien ya hemos recomendado trabajos anteriores en esta columna de cine en casa puesto que su ópera prima o primera película, “Paria”, del 2011, sobre una adolescente neoyorkina también afroamericana que tiene que lidiar contra el entorno opresor que la rodea particularmente en relación a su orientación sexual, ha podido ser vista en canales de cable como el de Cinemax; su segunda película se estrenó en directo en la pantalla chica por ser una producción para HBO y fue la no menos recomendable biopic “Bessie”, del 2015, sobre la cantante de color del género del blues Bessie Smit, e hizo historia con su tercera película, “Mudbound”, del 2017, primera producción de Netflix en ser nominada al premio Oscar, uno de ellos para Dee por el Mejor Guion Adaptado del 2017.
Con esos antecedentes y el buen resultado para la mencionada plataforma sus directivos no dudaron en darle a Dee Rees el apoyo para una segunda película original de Netflix, la también mencionada “Su último deseo” (“The last thing he wanted”), la cual se encuentra disponible desde finales del mes pasado, y menos si estaba basada en una novela de la laureada escritora Joan Didion (“Nace una Estrella”) y en su elenco habían aceptado participar desde ganadores del Oscar como Anne Hathaway y Ben Affleck como nominados de la talla del primer actor Willem Dafoe o la puertorriqueña Rosie Pérez, recién vista en la más reciente película basada en un comic “Aves de presa”, de Cathy Yan.
Sin embargo, después de la tan buena racha que llevaba Dee Rees hasta “Su último deseo” esta resulta, a pesar de ahondar un tema interesante y muy apegado a la historia continental contemporánea, ser muy densa desde su prólogo para un espectador común al ponerse literalmente su protagonista, Ellie McMahon (Hathaway), a “filosofar” entre la ambición y el humanismo puesto que como la periodista comprometida que es no comulga con actividades ilegales como en las que se encuentra coludido el padre con el que difícilmente ha llevado una fructífera relación padre e hija, Dick McMahon (Dafoe).
Es por ese mismo dilema que cuando su progenitor la busca después de una prolongada ausencia solicitando su ayuda en una situación límite en la que se encuentra se decide a hacerlo sin reparar en las consecuencias que esto pudiera acarrearle al intentar sacar provecho de la situación en lo profesional cuando puede ser de vida o muerte ya que la trama tiene lugar en la primera mitad de la década de los 80 cuando Ellie fungía como corresponsal entre El Salvador y Nicaragua en medio de una intervención militar norteamericana que era un evidente a todas luces pero llevó a varios de sus colegas en la realidad a encontrar la muerte en su afán por desentrañar al apoyo del gobierno de EU a sus guerrillas.
A pesar de la carga feminista de todas las involucradas, “Su último deseo” se queda en un buen intento.
Comentarios a: galindo.alfredo@gmail.com;
Twitter: @AlfredoGalindo