Temor en la casa Blanca
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Trump ve cierto apoyo de México y esto lo manifestó en sus apariciones desde Florida hasta Iowa, agradeciendo a AMLO
Las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de Norteamérica se celebraron el día de ayer de la siguiente manera: los votantes eligieron a los compromisarios (integrantes del colegio electoral), quienes, a su vez, eligen al presidente y vicepresidente por medio del colegio. Una de las enmiendas constitucionales de aquel país, permitieron al presidente en ejercicio Donald Trump, postularse para un segundo periodo de gobierno.
En cierta medida, el país yankee, que tanto presume y se ufana de ser democrático, vive una democracia a medias; (considerando que el ejercicio del voto es solo una parte de la Democracia) es decir, la elección se realiza de manera indirecta, lo que significa que los votantes emiten su voto por una lista de delegados para una convención de nominación de un partido político. Existen 538 miembros del Colegio Electoral y para resultar victorioso, se necesitan 270 votos.
Desde hace casi un mes, comenzó a llegar un tufo con olor a pánico en la Casa Blanca porque las encuestas comenzaban a posicionar a Joe Biden como favorito frente a Donald Trump. En medio de la pandemia COVID-19 y los contagios que no se detienen en el país vecino, y, sobre todo, al retomar TRUMP una campaña que le funciono en el año 2016 y que ahora no tiene la misma resonancia, cunde el pánico.
Con promesas demagógicas (como prometer una vacuna antes de los comicios), con su bravuconería (al nombrar a Biden “dormilon” y “comunista y socialista”), desafiar las recomendaciones médicas y científicas de expertos en la materia, su base electoral que lo apoya ciegamente quizá, ya no sea la misma.
De acuerdo a los expertos, son pocos los que confían en la tendencia del voto, -según la experiencia de hace cuatro años- pero tampoco se puede ignorar, ya que la preferencia del voto, es una especie de brújula de orientación para los comicios.
Para México, en muchos aspectos, el tema de gane quien gane, considero que va ser aleatorio, es decir, la diferencia no va ser sustancial, todo depende del talante del presidente en turno en nuestro país, ya que, si hacemos un pequeño análisis, la diferencia histórica entre presidentes republicanos y demócratas respecto con México ha sido casi la misma, bajo la sustancia de intervencionismo en América, sean conservadores o progresistas, su discurso es el mismo con distintos nombres, sinónimos…
No obstante, Trump ve cierto apoyo de México y esto lo manifestó en sus apariciones desde Florida hasta Iowa, agradeciendo a AMLO el despliegue de elementos de la Guardia Nacional en las fronteras de México. Así no lo es, la percepción es distinta, Trump, ve al gobierno de AMLO y la Guardia Nacional como sus soldados de facto.
Por otra parte, el tema del financiamiento de las campañas -aunque ha estado sujeto a debate-, a pesar de existir un financiamiento público, la mayor parte de los recursos utilizados en las campañas -y esta no fue la excepción- son de carácter privado. Además, su ley en ese sentido, al ser ambigua, permite un financiamiento privado en donde no existe un tope global de gastos de campaña. De hecho, se piensa que esta elección fue la más costosa de la historia, con alrededor de 10 mil millones de dólares, superando los 7 mil millones que costo la elección de 2016.
La elección está en miras de todos, Estados Unidos conserva anomalías democráticas que pueden y deben ser corregidas (de sobra sabemos que nunca debió dar lecciones de democracia). Con un sistema que no se renueva en sus cuadros (Biden cumpliría 78 años de ganar y Trump tiene 74 años). Estados Unidos tiene problemas en su sistema político si no puede renovarse y ofrecer nuevos cuadros políticos que vayan sustituyendo a quienes llevan décadas ejerciendo como “servidores públicos”. Que irónico que todo se vaya decidir en su famoso colegio electoral estadounidense.
Abraham Alvarez