Tener pajes para el cielo y para el suelo
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El Quijote II, 43
Entre los célebres consejos segundos que don Quijote da a Sancho Panza antes de salir éste para ser gobernador de la Ínsula Barataria, está el siguiente:
“Toma con discreción el pulso a lo que pudiere valer tu oficio y si sufriere que des librea a tus criados, dásela honesta y provechosa más que vistosa y bizarra, y repártela entre tus criados y los pobres: quiero decir que si has de vestir seis pajes, viste tres y otros tres pobres, y así TENDRÁS PAJES PARA EL CIELO Y PARA EL SUELO; y este nuevo modo de dar librea no le alcanzan los vanagloriosos”.
Singular recomendación es ésta. Los uniformes, trajes o libreas que el gobernante proporciona a la servidumbre no tienen que ser vistosos, en ocasiones hasta ridículos, para la propia vanagloria del señor, sino que deben ser sencillos y provechosos para los criados; así se podrá repartir vestimenta a un mayor número de personas, que sean pobres. De esta manera se hace posible tener mejor relación con los de arriba y con los de abajo: “tener pajes para el cielo y para el suelo”.