¡Tercera llamada, tercera, comenzamos!
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Me emociona escuchar estas palabras por las bocinas del teatro o del auditorio, porque sé que inexorablemente dará comienzo el concierto, la obra de teatro, el evento esperado.
Les platico: En México, el Presidente hizo un llamado a limpiar la casa de arriba para abajo, a acabar con la corrupción. La sociedad -harta de esta lacra que descompone nuestro futuro más allá de lo que podemos imaginar - le compró esta premisa y votó mayoritariamente por él.
Los pasos hasta ahora han sido tímidos, porque a un año no parece que le vaya a alcanzar el sexenio para que ese cambio haga “retemblar en sus centros la tierra” -como dice una de las estrofas de nuestro Himno Nacional- y se nos haga a todos los mexicanos escuchar esa “tercera llamada” que nos haga decir: Comenzamos; comenzamos a extirpar de cuajo esa mentalidad de tranza, trampa, chapuza y simulación.
Tercera llamada… y comenzamos todos a pagar nuestros impuestos.
Tercera llamada… y comenzamos a llamar a las cosas por su nombre, porque un delito es un delito y el que lo comete debe atenerse a las consecuencias, sin importar lo grande, poderoso o trasnacional que sea.
Tomemos el caso de una EDOS que compra facturas a una EFOS y el director de la empresa reconoce que las operaciones simuladas son reales, pero minimiza el hecho, porque “no son considerables” respecto tamaño de la compañía.
No, señor, estos son actos constitutivos de delito, específicamente defraudación fiscal, delincuencia organizada, lavado de dinero y si las evidencias son eliminadas, además tenemos encubrimiento, según el Artículo 400 del Código Penal Federal.
Si como sociedad nos hacemos los sordos y ciegos ante éstos actos, que no nos extrañe que ya van 28 mil muertos en México en el 2019.
Siguiendo el caso anterior, hasta ahora, si las cosas se le ponen feas, una empresa que cae en ese tipo de prácticas factureras, prefiere "arreglarse" con el Ministerio Público o con su inspector del SAT.
Una "mordida" al oficial de tránsito enfrente de un niño de 5 años, lo marca de por vida porque el chaval va a creer que las cosas en México se arreglan así.
Los baches en las calles son causa de un mal alcalde que busca cómo enriquecerse antes de hacer su trabajo.
Esta corrupción es la que nos hace ver como “cosa normal de todos los días” la noticia del hallazgo de cuerpos mutilados. No podemos ver como normal la barbarie porque todos somos víctimas de ella.
Si un empresario se siente en la libertad de mandar a sus guaruras a tomar fotos a tu casa (caso real y perfectamente investigado y documentado) ¿qué puedes esperar? ¿No es esto un acto de hostigamiento?
No podemos aceptar como “explicación” de tal acto “…es que se estaban haciendo pesquisas sobre tu persona."
Espérame tantito, compadre, ¿eres policía o militar o alguna otra fuerza del orden público para hacer semejante cosa? ¿Quién te crees para andar haciendo eso o de qué tamaño es el logo de tu empresa como para pensar que nadie te va a parar el alto?
¿No se te ocurre pensar que esa persona sobre la que andas haciendo “pesquisas”, tiene esposa, hijos, familia -como tú los tienes- que todos los días ven y leen las noticias sobre secuestros, extorsiones, desapariciones, amedrentamientos, pedideras de piso a la población por parte de criminales organizados y no tan organizados, y todo esto crea un ambiente de estrés inaceptable? ¿Cuánto vale nuestra tranquilidad? ¿Cuánto vale la tuya, que andas ordenando que se hagan ese tipo de cosas?
Si un empresario, por ahorrarse unos cuantos miles de pesos evade pagar impuestos, involucra a la secretaria que hizo la transferencia electrónica para pagarle al facturero, al jubilado a quien le pagó una "lanita" por fuera, y quizá a tres o cuatro empleados más que intercambiaron correos electrónicos con las instrucciones de pago y de cobro del efectivo, ¿no es esto delincuencia organizada? ¿No puede un juez ponerlos a declarar hasta que uno o todos hablen y reconozcan que esos pagos por “asesoría en herencias” son actos simulados?
¿Por qué un empresario, su gerente y sus asistentes se arriesgan a ser perseguidos? Porque saben que igual pasará lo que en Culiacán, que los dejarán libres; porque saben que no pasará nada.
A ver, señores, ¿y qué tal si ahora sí pasa algo con éste nuevo gobierno que viene bien filoso contra ese tipo de prácticas fraudulentas?
¿Y qué tal si ahora el SAT y la UIF tienen instrucciones de que ante una denuncia debidamente documentada -haiga o no salido en la prensa- se hará cumplir la Ley, caiga quien caiga?
¿Y qué tal si ahora la FGR tiene instrucciones de abrir una carpeta de investigación a cada publicación de un medio serio, donde se denuncie algún delito o cosa que se la parezca?
México merece que estas prácticas corruptas se acaben, y la “tercera llamada” no es sólo para el Presidente; es también para las grandes, medianas, pequeñas y micro empresas; es para los Secretarios de Estado; para los líderes del País; para los dirigentes de sindicatos y cámaras empresariales; para los empleados; para los burócratas y para la Patria, a la que el cielo, un soldado en cada hijo le dio.
CAJÓN DE SASTRE
No queda mucho tiempo. No nos sobra a quienes andamos cerca o más allá de la mitad de nuestro viaje. ¿Qué nos va a hacer reaccionar? ¿Más muertos? ¿Mexicanos huyendo de México?
Tercera Llamada, tercera, comenzamos….
placido.garza@gmail.com