Terrorismo de derecha

Con la llegada del nuevo status quo, que emerge del triunfo de la Revolución de los ilustrados en 1789, se discute la posibilidad de que siga vigente el veto real, es decir, el derecho de veto que tiene el Rey, mismo que seguía afirmando autoridad, poder, hegemonía e influencia. Ya sin autoridad, el Rey fue sentado a la derecha del presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, junto a los nobles y al clero. En el centro se sentaban los moderados, los patriotas, algunos miembros de la burguesía y los que buscaban un cambio para las clases populares, y a la izquierda los intelectuales y quienes lideraban las clases populares.

La derecha representaba, por tanto, la conservación del status quo del poder, aclaro, en la Asamblea Constituyente. El parecido de la derecha norteamericana con las derechas tradicionales es que el poder reside en las élites, desde lo económico, lo intelectual y lo político. Desde la instalación del presidencialismo en Estados Unidos, es la derecha la que ha marcado el rumbo del país.

Autores como Daniel Bell, Samuel Huntington, Michael Novak, Seymour Martin Lipset o Norman Podhoretz, Jeane Kirkpatrick y Francis Fukuyama combatieron en sus escritos el socialismo de Stalin, la Guerra de Vietnam, el terrorismo al que erróneamente identificaron con el Islam y la invasión de Irak, entre otros, identificándolos con las fuerzas del mal.

Fustigando el espíritu nacionalista, estos autores han alentado durante mucho tiempo el expansionismo y han justificado más de 70 intervenciones por el mundo, contando las dos ocasiones, 1848 y 1916, en que avanzaron sobre nuestro País. En éste momento cuentan con cerca de 800 bases militares en el mundo, que son la base de su jugosa economía de guerra.

Hacia adentro se justifica la proliferación de armas, enmarcando la práctica en la Segunda Enmienda que surgió con la Constitución por 1776, con condiciones y contextos abismalmente opuestos a los que hoy vive la sociedad norteamericana.

Uno de los defensores más férreos de la existencia de la Segunda Enmienda es la llamada Asociación Nacional del Rifle. La respuesta es simple, las grandes ganancias que ofrece este negocio hacen redituable la existencia de la enmienda. En este momento, en el informe “Datos que matan 2019: magnitud del comercio mundial de armas”, las ganancias llegan a los 398 mil 200 millones de dólares.

En ese mismo informe hay un apartado que se titula “Estudio sobre armas pequeñas y ligeras”, donde se afirma que por cada 100 habitantes en Estados Unidos, 21 poseen un arma de fuego. Hay más de mil millones de armas de fuego en el mundo, dice el Informe. Realmente lo que promueve la Asociación Nacional del Rifle no es el respeto y la vigencia de la Segunda Enmienda, sino promover la violencia y el jugoso negocio del armamentismo.

¿Por qué nos parece extraña la violencia que se vive en el mundo y particularmente en nuestro País? Estamos frente a una clase política que ha sentado sus reales en la violencia. Que se ha enriquecido a costa de la violencia. A la que la reflexión sobre los temas de la dignidad humana y los derechos de todos les tiene sin cuidado, porque por encima de todo esto se encuentra la idea de la ganancia por la ganancia misma.

¿Qué son todas esas intervenciones y guerras que se fabrican constantemente en un punto u otro del mundo, sino negocios redondos donde importa más el dinero que los seres humanos? ¿De veras cree que al presidente Trump le importó lo que ocurrió en la frontera de Sonora y Chihuahua? Por supuesto, fue un acto abominable. Pero con toda esta historia que los acusa, lo único que buscan son pretextos para hacer vida la teoría del Destino Manifiesto. ¿Les vendrá bien hablar de terrorismo?

Sin el ánimo de ofender ni defender, y teniendo en cuenta la definición del concepto, ¿quiénes son los terroristas?

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