Tiempos idos
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“Esto es lo que usted hace ahora para afeitarse: preparar el jabón, afilar la hoja, enjabonarse, afeitarse, cortarse, aplicarse loción. Esto es lo que haría con una moderna rasuradora eléctrica Remington Rand: enchufarla... ¡afeitarse!”.
Así anunciaba Castilla’s en 1948 el entonces novedosísimo producto. Otros no tan novedosos anunciaba la Nacional Distribuidora y Reguladora, equivalente de la actual Conasupo: maíz, 30 centavos kilo; frijol, 38 centavos; azúcar, 75; arroz, 78 y sal a 19 centavos kilo.
“El Precio Fijo”, de Aldama 203, proclamaba: “¡Ahora sí puede usted comprar toda la ropa íntima que necesite a precios especiales de Post Guerra!”. Y ofrecía fajas de elástico importado a 20 pesos, refajos a 6.98 y bloomers “en charmeusse” a 2.50.
El Cinema Palacio (orgullo de Saltillo) exhibía “El Secreto de la Solterona”, con Sara García y José Cibrián. (“En lo más oscuro del alma de una mujer siempre existe un gran secreto de amor”) y “La Corte del Faraón”, con Mapy Cortés, Consuelo Guerrero de Luna y Valerita. Entrada: luneta baja, un peso; alta, 60 centavos. Por su parte el Teatro Obrero que después se convirtió en el Cine Saltillo, presentaba un programa indiscutiblemente para todos los gustos: “Aída”, (basada en la gran obra de Verdi, hablada en idioma árabe, con ocho inolvidables canciones populares del Egipto) y “Billy y sus Enemigos”, con Buster Crabbe, el Ciclón del Oeste. Como la función era “premier” los precios de entrada eran altos: Luneta, 2 pesos; Preferencia General, un peso.
El Circo y Carnaval Beas Modelo anunciaba su debut en Saltillo “con todas sus atracciones, en el lugar de costumbre”. Don J. Ascención de la Fuente, concesionario de los refresos Sport y Cliper ofrecía “Soda de varios sabores” a 3 pesos caja de 25 botellas, con sólo llamar al teléfono 58.
En otras líneas de actividad, don José García Rodríguez, director del Ateneo Fuente, se dirigía por oficio al gobernador del Estado, general Benecio López Padilla, para informarle que el señor Odón Linares ofrecía en 2 mil pesos una valiosa colección formada por más de 500 ejemplares de mineralogía que incluía algunos fósiles, colección que se encontraba en Concepción del Oro.
Don Jesús R. Flores, presidente municipal, entregaba la cantidad de 12,939 pesos a la Junta de Mejoras Materiales, que presidía don José María Villarreal, para que se destinaran a la Construcción de la Escuela Constituyentes. Ya era gobernador electo Nacho Cepeda Dávila, que tendría luego un muy triste final y cuyas prendas personales son todavía recordadas por muchos con cariño.
Así vivía Saltillo en 1948. Tres años antes había terminado la Segunda Guerra. Los saltillenses de entonces recordamos a nuestra ciudad, pequeña y tranquila, y evocamos aquellos años con la suave nostalgia que ponen en el alma las memorias del ayer.