Tri devaluado

Ganó la Selección de México al débil equipo de Nueva Zelanda en un partido deslucido y de discreta calidad, el sábado en anterior en Nashville, Tennesse.

Los experimentos de Juan Carlos Osorio al llamar a una mayoría de jugadores sin trayectoria ni logros suficientes para jugar en el primer equipo de México dieron como resultado una pobre exhibición en la que, individualmente, sólo hubo destellos de calidad de Fabián, Giovani, Peralta y los relevos Brizuela y Pulido, pero colectivamente, sin entendimiento y falto de cohesión en sus líneas.

La Selección jugó mal, falló muchos pases, se notó desarticulada y hasta desconfiada en su funcionamiento, sin ideas claras para generar futbol ofensivo. Y defensivamente, con poca coordinación para hacer coberturas y en los relevos para marcar, entre dudas y titubeos.

Los neozelandeses, impetuosos y fuertes físicamente, pero con discreto nivel, opusieron resistencia y pelearon sin complejos aprovechando las debilidades de este devaluado Tri.

Osorio no ha entendido que en una Selección Nacional deben estar los mejores jugadores, que los llamados requieren de sustento sólido avalado por la trayectoria de los nominados y que son demasiados los 62 convocados en un año, flagrante “manoseo” que le resta mucho valor a la Selección.

Osorio desaprovechó la valiosa oportunidad de convocar a los mejores, trabajar más tiempo con ellos, buscar que comprendan mejor su sistema de juego, pulir detalles y fortalecer a su equipo en la víspera del hexagonal para asistir al Mundial de Rusia 2018. Luego entonces que no sea una excusa que no ha tenido tiempo para armar a la Selección. “Sabia virtud de conocer el tiempo”, como escribió en su magistral soneto el maestro Renato Leduc.