Un chalán venido a más
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Mérida, Venezuela.- Con verle la cara basta para inferir su calaña. En serio. No se necesita ser un experto en fisonopsicología para darse cuenta de esto. Y si se pone en la mesa su “trayectoria” política analizada a la luz de los cruces de datos que nos da cualquier plataforma informática y más precisa aún, el BigData, el resultado es un turbio mar de revelaciones.
Les platico: Volvió a aparecer en medios y redes porque acaba de organizar una reunión con sus ex compañeros de legislatura en la casa donde vive en Renacimiento, una colonia de las más caras de Monterrey, a donde se fue a vivir cuando tenía que justificar su residencia en esa ciudad, porque -claro- gracias a sus “habilidades” para hacer negocio, él vivía en el aburguesado, pretencioso, “wanna be”, decadente y venido a menos San Pedro Garza García., que -por cierto- es gobernado por un alcalde adhoc y a la “altura” de tales características.
De quien me ocupo hoy es una de las miserias remanentes del peor PRI de su historia, el de los Peña Nieto y sus titiriteros que tanto daño le hicieron a México, tanto, que de sus babosadas se vale MALO para recetarnos una y otra vez su fórmula de culpar al sexenio pasado de su incapacidad como “mandatario 4T” de éste vapuleado México de nuestros días.
Bueno -hay qué decirlo- no solo EPN y su “gobierno” se llevan los créditos de ese viaje al pasado que vivimos hoy en cuanto a esa moda de 5ª de la 4T de buscar y encontrar en la historia pasada, culpables de las desgracias que flagelan nuestro presente.
El colmo es cuando MALO se hace la víctima y responsabiliza al neoliberalismo de los brutales asesinatos que son la vergüenza de México en el mundo -como el último de la niña de Tláhuac- y creo que es aún peor que sus acólitos gratuitos vuelquen sus cólicos etílicos en las redes sociales donde hacen periodismo chafa, al “recordarnos” que los feminicidios se inauguraron en Ciudad Juárez durante el gobierno de Salinas de Gortari. Háganme ustedes el refabrón cavor.
Me imagino a la cándida Eréndira haciéndole caso a su abuelo desalmado (“La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada”, Gabriel García Márquez, editorial Seis Barral) promoviendo ante la FGR tras una de sus “sesudas” auditorías, a Salinas de Gortari por los feminicidios de hoy, después de 26 años de que entregó la banda presidencial a Zedillo. Háganme ustedes -otra vez- el refrabrón cavor.
Pero bueno, sigamos con el relato de ésta historia sobre el chalán venido a más, que denigrando a los diplomáticos de carrera fue nombrado embajador de México en Uruguay el 14 de agosto de 2013 y obligado a renunciar el 30 de abril de 2015, porque en el 2012 le descubrieron un patrimonio inexplicable. Su único “mérito” para ese puesto fue ser compadre de EPN.
Organismos gubernamentales del mismo régimen de Peña Nieto le fincaron responsabilidades por haber declarado posesiones por $18.3 millones de pesos, cuando le encontraron evidencias de poseer bienes por $223 millones de pesos.
Esto mientras andaba en su fallida campaña buscando como priista que sigue siendo, la alcaldía de Monterrey en el 2012.
En el sexenio de EPN presumía por todos lados ese compadrazgo ¿y ahora? No solo le volteó la espalda sino que finge demencia cuando le tocan el tema. Así son de rastreros muchos políticos de su calaña.
En mi escala de unos días en Mérida, platiqué con gente de acá, y supe que cuando fue operador de la campaña de la ex gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, se dedicó más a hacer trafiques para financiar campañas del PRI, que a su jale al mando de la hoy ex priista.
Por cierto, parece que colecciona compadres “distinguidos”, porque convenció a Ivonne de que fuera la madrina de bautizo de otro de sus hijos, el 19 de abril de 2009.
Quién sabe de qué le sirva ahora a sus trasnochadas aspiraciones ser compadre del bobo de EPN y de Ivonne, quien le aventó su membresía al PRI después de 29 años de militancia.
En la península, este tipo fraguó el pesado lastre en que se convirtió para su compadre EPN, pues amasó una fortuna con propiedades al poniente de Mérida, en Ucú, y tráfico de influencias en Tulum.
Su cuñado y prestanombres en Isla Blanca -al norte de Cancún- es también socio suyo en un montón de litigios maromeros contra ejidatarios a los que despojaron de sus tierras.
Producto de esa lana ordeñada en la península, son su mansión en Renacimiento -la exclusiva colonia regia que fraccionó Roberto Garza Delgado, de los dueños del Grupo Alfa- su yate aquél que como por arte de magia “desapareció” en Cancún y terminó encallado cerca de Miami cuando se le vino el mundo encima en la forma de las revisiones de los organismos fiscalizadores que le aventó encima su propio compadre presidencial, que por tanto trafique ya andaba devolviéndole el padrinazgo.
También su avión privado Hawker 700 matrícula XA-BYP, y haciendo gala del mote que algunos de sus ex amigos le dedican -“el nopal”- le brotaron propiedades por todos lados, merced también a sus lazos con el ex gobernador de Tamaulipas -Eugenio Hernández- a quien nunca ha ido a ver desde que está en el bote esperando su extradición a EU.
Presume sin recato su compadrazgo con el ex gobernador de Quintana Roo, Félix González Canto y otro de NL, Natividad González Parás y del hermano de éste, Luis Francisco, ambos socios suyos en el trafique de Isla Blanca.
Y ni modo que diga que lo que tiene es producto de su esfuerzo, pues no ha hecho otra cosa que ser zángano del servicio público, desde que fue jefe de las juventudes priistas en Monterrey, secretario particular del alcalde Benjamín Clariond -padrino político suyo- y el mismo puesto con María Teresa Herrera Tello en 2001, en la extinta Reforma Agraria, hasta recolector de fondos del CEN del PRI.
Tan “emprendedor” es, que en 2006 dio de alta la Inmobiliaria RCO, SA de CV, cuando tenía apenas 16 años en el servicio público. Su carrera ha sido meteórica; bueno, también su enriquecimiento inexplicable.
Qué casualidad, porque en el 2005 salió de Fomerrey, donde aprovechó su estancia ahí para detectar tierras ejidales en litigio y junto a sus socios se apropió de predios y reservas territoriales en Nuevo León.
Sabedor de que sus bonos dentro y fuera del PRI están por los suelos, en el aquelarre que organizó en su casa, se tomó una foto al centro de Clara Luz Flores y de Ildefonso Guajardo, con éste título que puso encima: “Con mis compañeros Clara y Poncho, ambos capaces y honestos”.
Viéndola me surgieron dos comentarios, uno hacia él: Ellos son capaces y honestos, pero tú no”. Y el otro hacia Clara y Poncho: “¿Qué no tienen a nadie en sus equipos que les alejen de compañías tan nocivas como la de ese espécimen”? El ganó con esa foto y ustedes perdieron.
CAJÓN DE SASTRE
“¿Y de quién carajos estás hablando?”, pregunta impaciente la irreverente de mi Gaby. Y yo le respondo: “pues si se llama Felipe y se parece a Enríquez y a Hernández, ¿de quién más?”