Un gran salto para la humanidad; ¿podremos llegar a las estrellas?
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La historia de la humanidad ha sido de grandes saltos: los primeros humanos salieron caminando de África, luego surcamos los océanos descubriendo continentes y lejanos territorios. Cuando no hubo nada más por descubrir, volteamos los ojos al cielo y enviamos naves a la luna con el proyecto Apolo 11 y luego a otros planetas, cometas e incluso al espacio interestelar.
Pero, ¿podemos llegar a las estrellas? Con la tecnología actual es imposible. Hasta ahora, el objeto humano que ha llegado más lejos ha sido la sonda Voyager que, luego de un viaje 40 años, logró apenas dejar atrás nuestra burbuja solar para salir a la heliósfera y adentrarse en el espacio profundo.
Y mientras todo esto sucede, aquí abajo seguimos viviendo en un planeta que rodea una estrella, una más de entre cientos de miles de millones en una galaxia (la Vía Láctea), una más también de entre cientos de miles de millones y en un universo en expansión constante y quizás infinito, en donde por lo pronto no hemos encontrado ninguna señal de que existan rastros de vida.
Los años pasan y el final de los tiempos de la especie humana sobre la tierra se acerca a un punto de no retorno que han llamado la sexta gran extinción en masa, por eso estamos obligados a pensar qué vamos a hacer para sobrevivir como especie.
El profesor Stephen Hawking decía que: “Si queremos sobrevivir como especie debemos intentar alcanzar las estrellas, hasta la última instancia”. Pero antes de que podamos lanzar una nave transportando humanos a una estrella lejana, para colonizar un nuevo planeta, existen muchos desafíos tecnológicos, científicos y sociales que debemos resolver. Es por eso que se vuelven importantes los avances tecnológicos que han abierto la posibilidad de viajes espaciales a una fracción significativa de la velocidad de la luz. El objetivo sería llegar a Alfa Centauri, el sistema estelar más cercano a la Tierra a cuatro años luz. Pero existen obstáculos, pues con la tecnología de cohetes actual necesitaríamos unos 30 mil años para llegar hasta allí.
Ahí reside la importancia del proyecto “Breakthrough Starshot”, un programa astronómico multimillonario para desarrollar tecnologías que pueden encontrar planetas similares a la Tierra en nuestro vecindario cósmico, y tratar de establecer si albergan vida y que pretende mostrar el camino a la próxima generación para que se hagan la siguiente pregunta: ¿Estamos destinados a pertenecer a la Tierra para siempre y morir con ella?
“Breakthrough Starshot” estaría enviando miles de nanonaves a una quinta parte de la velocidad de la luz, esto es unas mil veces más rápido que las naves actuales, lo cual les permitiría plantarse en el sistema estelar vecino en un tiempo razonable de 20 años de la tierra.
Después de eso y si somos constantes, quizás en 100 años podamos ser capaces de viajar más allá de nuestro sistema solar con una nave tripulada, en una misión para explorar por el espacio-tiempo en la búsqueda de planetas donde poder migrar, ofreciendo así una nueva esperanza a la humanidad.
Se trata de un gran salto para la humanidad, un viaje multigeneracional hacia tierras desconocidas y potencialmente inhóspitas, tal como lo hicieron nuestros antepasados. Un viaje donde no habrá vuelta atrás.
Desde una perspectiva tecnológica, tenemos que creer que podemos hacer esto, incluso si lleva tiempo y trabajar para desarrollar soluciones lo antes posible. En el camino podríamos encontrar que estas mismas soluciones abordarán algunos de los mayores problemas que enfrentamos aquí en la Tierra, cómo podemos sobrevivir y prosperar con recursos limitados, un clima cambiante, nuevas enfermedades y una población en crecimiento.
En lo personal, creo que es inevitable que los humanos terminarán destruyendo este planeta. Lo digo aún y a pesar de que hasta ahora hemos encontrado siempre la solución a nuestros problemas, pero eso el día de mañana se volverá imposible; hoy somos demasiados y todos demandamos todo al mismo tiempo. Estamos acabando con el único planeta hasta hoy conocido, capaz de albergar vida y como expresó Carl Sagan: “En nuestra oscuridad, en medio de esa inmensidad, no hay ningún indicio de que vaya a llegar ayuda de algún lugar capaz de salvarnos de nosotros mismos”.
@marcosduranf