Un menú terrorífico para tu cena de Halloween
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En la noche de las brujas, los monstruos y los fantasmas, la cena debe estar a la altura de las circunstancias. Sorprenda a sus invitados con recetas deliciosas pero inquietantes que no dejarán a nadie indiferente.
Para que la cena de Halloween sea un éxito, tenemos que permitir que los seres del más allá se cuelen en la cocina. Momias, fantasmas e, incluso algunas arañas, forman parte del menú en esta velada tan especial en la que los platos, además de turbadores, serán muy sabrosos.
SALCHICHAS MONSTRUOSAS
Para abrir boca, comenzaremos con unos deliciosos dedos amputados. Es una receta muy fácil de elaborar, pues sólo se necesitan algunas salchichas, un poco de kétchup o tomate frito y unas láminas de almendra o bien un trocito de cebolla.
Dedos amputados.
En primer lugar se corta uno de los extremos de la salchicha procurando que el corte sea irregular para que dé la impresión de que el dedo ha sido extirpado de una forma poco delicada.
A continuación, se hacen unas pequeñas incisiones en la zona central para simular los nudillos y se practica una hendidura con el cuchillo en el extremo de la salchicha que no hemos cortado.
Allí se inserta una lámina de almendra o un trozo de cebolla a modo de uña. Luego se rocía con un poco de kétchup o de tomate frito y ya podemos degustar este sencillo plato.
Momias con sudario.
También con salchichas, podemos hacer unas ricas momias con sudario. Para preparar esta receta, recomendada por los especialistas de los supermercados “Lidl”, se necesitan 275 gramos de masa de hojaldre, cinco salchichas, tres cucharaditas de mostaza, 60 gramos de mayonesa, 100 gramos de nata, cúrcuma molida, curry, pimienta, sal y una pizca de azúcar.
El primer paso es cortar 10 tiras de masa de hojaldre de unos tres centímetros aproximadamente. Luego hay que partir las salchichas por la mitad y envolverlas con la masa de hojaldre. El modo de enrollarlas es superponiendo los bordes del hojaldre y dejando que la salchicha sobresalga un poco por uno de los extremos como si fuera la cabeza.
Mientras, se enciende el horno para que se vaya calentando. Las pequeñas momias se colocan en una bandeja de horno cubierta con papel vegetal pero, antes de meterlas en el horno, hay que pintar el hojaldre con un poco de agua. Acto seguido, se hornean a 200 grados durante unos 20 o 25 minutos.
Aparte, se mezcla la nata con la mayonesa y se le añaden dos cucharaditas de mostaza. Esta salsa se condimenta con un poco de curry, sal, pimienta y una pizca de azúcar.
Después, se le añade cúrcuma hasta que adquiera un color amarillo intenso. Cuando las momias estén listas, se dejan enfriar un poco, se les pintan los ojos con unas gotas de mostaza y se sirven acompañadas por la salsa.
FABRICANDO ARAÑAS
Otro entrante muy sabroso y sencillo de preparar son unos biscotes untados con paté o con queso cremoso y coronados con una araña hecha de aceitunas negras.
El cuerpo de la araña es una aceituna negra con hueso a la que se le pueden pintar los ojos con un palillo y un poco de salsa de tomate.
Las patas de la araña se hacen cortando ocho pequeñas tiras de aceituna negra y colocando cuatro a cada lado de la aceituna que hace de cuerpo.
También se pueden crear arañas comestibles a partir de albóndigas. Para hacer las albóndigas se pone medio kilo de carne picada de cerdo o de ternera en una ensaladera, se le añade un poco de perejil picado, un diente de ajo machado, cuatro cucharadas de pan rallado, un huevo batido, un chorrito de vino blanco y un poco de sal.
Se mezcla todo bien y con la masa resultante se hacen bolas con las manos, se rebozan en harina y se fríen en aceite caliente.
Una vez fritas, se les pintan los ojos con un poco de salsa de tomate, kétchup o mostaza y se les añaden ocho patas hechas con tiras finas de zanahoria o bien con patatas fritas tipo paja.
Además de arañas, con las albóndigas también podemos crear fantasmas. Basta con envolver las albóndigas fritas con una loncha de queso y, con cuidado, hacer los pliegues con la mano. Para los ojos, podemos hacer un agujero en el queso con un palillo o bien pintarlos con salsa de tomate.
ESOS OJOS TUYOS
Los ojos también pueden ser un aperitivo impactante por sí mismos. Para prepararlos se necesitan varios quesitos redondos, unas rodajas de aceitunas negras sin hueso y un poco de kétchup.
Se coloca una rodaja de aceituna en el centro de cada quesito y, en medio de la rodaja, se ponen unas gotas de kétchup. Con un palillo o un pincel fino y un poco más de esta salsa, se pueden pintar algunas venitas rojas en el queso.
Otra manera de cocinar ojos es con huevos. Para ello hay que cocerlos, pelarlos y quitarles la yema.
Ésta se mezcla con atún, tomate frito y, si se quiere, un poco de mayonesa. Con esta pasta se rellenan los huevos y se colocan en un plato con la parte blanca hacia arriba.
Sobre ellos se pone una rodaja de pepinillo y encima, a modo de pupila, una pequeña loncha de aceituna negra. También se pueden pintar unas venitas rojas con tomate frito.
Después, se extiende la pasta sobrante alrededor de los huevos de modo que sólo sobresalgan de ella la parte redondeada y, así, quedarán varias órbitas oculares nadando en una masa densa y rojiza. Una experiencia culinaria desconcertante pero deliciosa.
LA ETERNA CALABAZA
Como plato principal para la cena se puede elaborar una crema de calabaza.
Para preparar esta receta, se pica y se rehoga un puerro y, a continuación, se le añaden dos patatas peladas y troceadas y se remueve para que no se pegue.
A los cinco minutos, se echan en la cacerola tres vasos de agua y, cuando empiece a hervir, un pedazo grande de calabaza troceada, varias zanahorias en rodajas y una pizca de sal. Cuando esté todo cocido, se incorporan dos porciones de queso cremoso y se tritura.
Los más atrevidos también pueden optar por incorporar a su cena de Halloween una auténtica receta de sesos. Pero antes, hay que limpiar y cocer los sesos.
Simone Ortega, en su libro “1080 recetas de cocina” explica cómo hacerlo paso a paso. “Se ponen en un colador y se colocan debajo del grifo de agua fría, que caiga suave para no estropearlos. Cuando ya no sueltan sangre, se retiran. Luego se colocan en una ensaladera con abundante agua fría, que los cubra bien, y se añade vinagre al agua”, apunta.
Cuando han estado en remojo durante 15 o 20 minutos, se sacan del agua “y se les quita muy bien la telilla que los recubre, las venas y la sangre que aún tengan. Después de limpios, se prepara el agua para cocerlos con un clavo, tres granos de pimienta, una hoja de laurel, un casco de cebolla, una zanahoria en rodajas y sal”, detalla.
Hay que dejar que los sesos cuezan durante unos 15 minutos si se trata de sesos de ternera y algo menos si son de cordero.
Una vez cocidos, se escurren y se tapan con un trapo o bien se ponen en un tazón con un plato por encima para que se conserven blancos.
A partir de aquí, existen muchas formas de preparar los sesos. Una de las recomendaciones de Ortega es cocinarlos con salsa de tomate.
Para elaborar esta receta, hay que cortar los sesos en rodajas de unos dos centímetros de grosor y colocarlos en una fuente para horno. Después se cubren con una salsa de tomate espesa, se espolvorean con pan rallado, se ponen unos trocitos de mantequilla por encima y se meten a gratinar en el horno.
POSTRES Y CÓCTEL FINAL
Tras esta pantagruélica cena, de postre se pueden tomar más arañas, hechas con trufas de chocolate, patas de regaliz negro y dos ojos rojos y brillantes a base de mermelada de fresa.
Otra idea es confeccionar algunas tumbas con bizcocho de chocolate, cubrirlas con galleta oscura rallada (sólo la parte negra) y coronarla con una galleta cuadrada con la inscripción “RIP” o bien con una cruz dibujada.
El toque final puede ser un cóctel acorde a la noche más terrorífica del año, como el “monsters squash”, receta de Chema García Rodrigo, barman de Folie, un café espectáculo situado en la zona norte de Madrid.
Para elaborarlo se necesita un vaso alto con hielo granizado en el que se sirve granadina, vodka, blue curaçao, zumo de manzana y zumo de plátano. “Como decoración, podemos añadir gusanos de gominolas”, sugiere Chema.
Este sabor tan especial clausura una cena plagada de platos terroríficos, ideales para compartir con familiares y amigos, y que harán que la noche de Halloween sea recordada durante mucho tiempo.
DESTACADOS:
* Un entrante muy sabroso y sencillo de preparar son unos biscotes untados con paté o con queso cremoso y coronados con una araña hecha de aceitunas negras.
* Los más atrevidos pueden optar por incorporar a su cena de Halloween una auténtica receta de sesos… .
* El toque final puede ser un cóctel acorde a la noche más terrorífica del año, como el “monsters squash”, receta de Chema García Rodrigo, barman de Folie, un café espectáculo situado en la zona norte de la capital de España.
Por Purificación León EFE/Reportajes