Un nido de fake news. Bailando tap en un campo minado.
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Una forma práctica y sencilla para medir la autenticidad de una noticia, es contar las réplicas que un medio genera en otros.
Por más que un texto sea copiado y difundido en redes sociales, wattsapps, FB, Instagram y otras plagas, mientras la noticia no sea seguida por medios formales, es fake aquí y en China.
Hace días circuló en un sitio llamado “La Política Online” -LPO- una declaración atribuida falsamente a José Antonio Fernández Carbajal, presidente de FEMSA y el ITESM, que a la letra decía: “Le pagamos al SAT, pero voy a poner el doble para sacar a AMLO en 2022”.
Ese solo texto -por lo silvestre y rudimentario- fue suficiente para tirarlos a lucas. Ningún medio de comunicación formal, ningún articulista, replicó tal libelo.
Tres días después, un comunicado oficial de la corporación aludida descalificó lo dicho por LPO y tan tan. Hasta ahí llegó la efímera fama de ese portal.
Por supuesto, FEMSA ni mencionó a LPO en su deslinde. Ni los pelaron los voceros de la empresa.
Si me ocupo hoy de ese nido de fake news es porque voy a adentrarme en los estómagos que excretan sus comunicados, y alertar a los ingenuos que con buenas o malas intenciones filtran a dicho portal sus tips, confidencias, egos, traumas y delirios de notoriedad en la forma de boletines de prensa, buscando una difusión que no consiguen en otro lado.
A quienes se acercan a ese medio para pedirle que publique sus cosas, les digo: Hagan de cuenta que están bailando tap en un campo minado.
Entonces, les platico:
LPO fue creado en Argentina donde tiene la misma o peor fama que en México, por darle vuelo a noticias falsas.
Lo trajo a nuestro País el regiomontano Carlos Suárez, quien fuera empleado de Tequila Cuervo, luego de American Tobacco -BAT- después de que la vendiera Poncho Romo.
Ahí conoció a Shirley Almaguer Camacho, hija de Yeidckol Polevnsky, donde al parecer hicieron buenas migas, pues después de ahí se convirtió en el asesor de cabecera de la otrora presidenta de Morena.
Suárez estuvo en la mini gestión de Benjamín Clariond -alias “El Benjas”- cuando éste fue gobernador priista de NL, entre 1995 y 1997.
Ahí tuvo como jefe al terror de las viudas ejidatarias, Felipe Enríquez, cuando fingió -porque nunca fungió- como secretario de desarrollo social.
Suárez y Enríquez manejaban el nauseabundo Ramo 33, del cual cae toda la lana de la federación a las entidades estatales y municipales.
Desde entonces es socio de Enríquez, de quien me ocupé en el artículo del 25 de febrero de éste año https://www.sdpnoticias.com/amp/columnas/placido-garza-un-chalan-venido-a-mas.html donde di cuenta de cómo éste vivales de la política más rastrera, despojó de sus tierras a ejidatarios y viudas de Ucú, Yucatán y otros lugares de Quintana Roo.
Suárez y su LPO inventaron el compló de la IP regia contra MALO.
LPO ligó a la inexistente BOA con Fernández Carbajal, con otros empresarios regios y con Gilberto Lozano.
Incluso algunos despistados sacaron del basurero sus recortes de periódico y comenzaron a hablar de los nuevos “encapuchados de Chipinque”, aludiendo a la época en que Luis Echeverría se tiró a la yugular contra los empresarios y en cuyo contexto fue asesinado en 1973 don Eugenio Garza Sada por un comando de la “Liga Comunista 23 de Septiembre”.
Coincido con la opinión de otros analistas en que lo que pretenden Suárez y LPO con todo esto es ganar notoriedad a costa de mentiras que involucren a personajes como los aquí mencionados y otros a los que no cito para evitar darles una importancia que no tienen porque no la merecen.
CAJÓN DE SASTRE
“Alguien cercano al Diablo Fernández -si no es que él mismo- va a llamar a cuentas al tal Carlos Suárez sobre este asunto. Y nada de que vamos a platicar por Zoom, no señor, el asunto es lo suficientemente delicado para hacerlo en persona, aunque se sienten uno a 10 metros del otro, por aquello de la sanitizada y gatelliana distancia”, dice la irreverente de mi Gaby.
placido.garza@gmail.com
Plácido Garza