Una exposición de crecimiento artístico: ‘Modos de ver’

Desde hace diez años la Fundación BBVA Bancomer en colaboración con el Museo de Arte Carrillo Gil lanza una convocatoria bienal a artistas jóvenes con la intención de apoyar su formación y trayectoria a través de la producción de una exposición itinerante.

“Modos de ver” es el producto de la quinta edición de este programa y de un proceso curatorial, artístico y educativo que duró cerca de 18 meses en el que 9 artistas mexicanos, guiados por la curadora Tatiana Cuevas, exploraron y experimentaron con sus particulares inquietudes.

Luego de estar en exhibición en el MACG y en Mérida, esta muestra hace su última parada en el Museo del Desierto, recinto en el que se inauguró el pasado jueves 4 de abril en presencia de la propia curadora y de Gabriela Velásquez Robinson, directora de Fomento Cultural de la Fundación BBVA Bancomer, con quienes tuvimos el placer de charlar.

“Esta exposición se basa en el el programa de televisión y libro homónimos de John Berger, un crítico de arte”, comentó Velásquez, “él hablaba que existe un modo muy particular de ver tanto del artista como del espectador y cómo de las problemáticas que aborda cada uno en sus piezas. Ya no es solamente la visión romántica del artista en el estudio sino de la relación y vinculación que tienen los artistas con una serie de situaciones como las doctrinas filosóficas, los acuerdos culturales o las normas sociales y son los distintos modos de ver que tienen ellos sobre este tipo de temas y realidades”.

El programa elige en cada ocasión a un curador invitado nuevo, en esta ocasión fue Tatiana, quien decidió para los 9 artistas seleccionados “tratar de vincular con expertos de otras disciplinas”.

“En este caso particularmente abordamos el tema de sitio específico, porque la mayoría de los proyectos que presentaron los artistas tenían que ver con esta problemática”, explicó la curadora, “lo que procuré hacer era que nuestras discusiones con otros agentes que pudieran enriquecer los discursos de cada uno de los proyectos fueran precisamente de otras disciplinas. Uno de los invitados para estas sesiones de excursión, donde invitamos a arqueólogos, antropólogos, historiadores de arquitectura, fue Arturo González, director del Museo del Desierto, y ahí fue que empezó esta primera vinculación”.

La participación de González, así como de otros especialistas de diversas áreas, enriqueció las propuestas de Victoria Estrada, Julieta Aguinaco, Lorena Ancona, Cecilia Barreto, Yolanda Ceballos, Amauta García, Bayrol Jiménez, Antonio Monroy y Pablo Tut, quienes también contaron con la asesoría del artista Carlos Amorales y la escritora e investigadora Irmgard Emmerhainz.

Los resultados presentan piezas que abordan cuestiones como la evolución de la vida en la tierra —tema particularmente afín al discurso del MUDE—, críticas al sistema inmobiliario y la arquitectura actual, a la sobreexplotación del agua en ciertas regiones del país y el despojo de tierras que en el proceso ocurre hasta enfoques más personales, biográficos, todo esto a través de instalaciones, cortometrajes y serigrafía.

“Todas las piezas son muy distintas, todas las piezas abordan distintas problemáticas pero todas se vieron influidas y enriquecidas por haber escuchado el planteamiento de otras disciplinas, aunque no lo involucraran en su propia el haber escuchado metodologías, perspectivas, amplió los métodos de reflexión y es lo que yo pretendía lograr con el programa, sacar un poquito del carril de investigación de los proyectos, considerar otras perspectivas para poder tener una visión como más panorámica de un sólo problema”, comentó Cuevas.

Velásquez, por su parte, destacó la importancia del programa como una plataforma para el desarrollo de las carreras artísticas de estos jóvenes, quienes dentro de él también pueden llegar a tener residencias en el extranjero, llevar a cabo talleres en distintos puntos del país y con ello profesionalizar su práctica, lo que se ha visto hecho realidad gracias a los premios que algunos de sus miembros han ganado.

El montaje contó con la participación de alumnos y ex-alumnos de la Escuela de Artes Plásticas Prof. Rubén Herrera de la UAdeC y su estadía hasta el 30 de junio en la Sala de Exposiciones Temporales del Museo del Desierto será también un llamado a que más creadores coahuilenses se sumen a las próximas ediciones de esta convocatoria.