¡Uta qué Alivio! (3 actos)
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1er Acto
El Partido Encuentro Social (PES), sin registro, de extrema derecha cristiana y aliado de Morena, obtuvo la Comisión de Cultura en la Cámara de Diputados (26-09-2018). El PES puede hacer eso y más, porque ya fue exorcizado por Andrés Manuel el 18 de diciembre pasado que sellaron su alianza electoral: “El PES no es la ultraderecha” (y háganle como puedan, agrega este escribidor, fan de las frases contundentes).
Alejandra Frausto, futura Secretaria de Cultura, peinada de trenzas y envuelta en rebozo oaxaqueño, declaró ese mismo 26 de septiembre, un tanto ruborizada: “Nuestra agenda de cultura es en esencia de Derechos Humanos, parte del reconocimiento de la diversidad, 100% incluyente…” (O sea, con tibieza, pero te digo Juana para que entiendas Petra).
2º Acto
Los creadores culturales, contrario a Frausto, estallaron en cólera: Rafael Pérez Gay, escritor y periodista, lo calificó de “escandaloso y alarmante”.
El cineasta Arturo Ripstein exclamó: es como “darle de regalo el corderito al lobo feroz. ¡San Luis Buñuel, sálvame!”
Hasta la legisladora priista Beatriz Pagés, enfurecida dijo: “Entregar esa Comisión a un partido doctrinario con identidad confesional es un retroceso, significa poner la conciencia del pueblo de México en manos del oscurantismo”. (¡Bófonos! aplaude emocionado este aprendiz editorialista encobijado con el lábaro patrio y la mirada fija en lontananza).
3er Acto
Ayer mismo, Morena cedió ante estas críticas y le quitó al PES, la Comisión de Cultura. Y en un instante de iluminación otorgó al Diputado Sergio Mayer la responsabilidad de dicha Comisión. En un segundo, Morena tomó a México de las greñas y lo sacó del socavón conservador para lanzarlo en brazos de “uno de los hombres más sexys del País, según la revista Tv Notas”; creador del show de strippers “Sólo para Mujeres” y actor protagónico de los filmes: Perras de Barrio; Una Morra Desmadrosa y Dos Malandros; Infierno Cholo y Picadero de Malillas”.
(Yo no sé usted, pero yo, ahora sí respiro tranquilo y digo: ¡Uta qué alivio! La verdad).