Vaticano evalúa excomulgar a los miembros de la mafia
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El Papa Francisco asegura que pertenecer a la mafia es "irreconciliable con el Evangelio"
Autoridades del Vaticano han creado una comisión para evaluar la posibilidad de aplicarles la excomunión a los integrantes de la mafia. Al proponer esta iniciativa, el Papa Francisco buscará demostrar que “no es posible pertenecer a la mafia y ser parte de la Iglesia Católica”.
El Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral del Vaticano integró una comisión, constituida por juristas y expertos, tanto laicos como religiosos, para determinar si es viable excomulgar a los mafiosos. Vittorio Alberti, coordinador de este grupo de trabajo, señaló que los miembros de su equipo pensaron que “que era necesario intervenir” ante los pronunciamientos y el magisterio del Papa Francisco sobre este aspecto.
Desde hace años, el Papa Francisco ha emprendido una lucha contra la mafia, especialmente la que tiene presencia importante en territorio italiano.
En efecto, en el país europeo, los grupos criminales muestran abiertamente su religiosidad; incluso, pueden exhibir complicidad con miembros de la Iglesia Católica. Por este motivo, autoridades vaticanas se han posicionado contra dicha ideología y han sostenido que pertenecer a estos grupos “es irreconciliable con el Evangelio”.
En 2014, el Papa Francisco mencionó la excomunión de los miembros de grupos criminales; sin embargo, esta afirmación todavía no se halla sustentada en el Derecho Canónico ni en el Catecismo. Por otro lado, la beatificación del juez Rosario Livatino, asesinado por la mafia, ha constituido un antecedente claro de su posicionamiento contra los grupos delincuenciales.
El Papa Francisco no sólo ha mostrado su desaprobación hacia la delincuencia organizada; también ha creado controversia tras crear una comisión para discutir la integración de mujeres en el ministerio del diaconado. A su vez, hace unos meses, saltó a la luz que el Máximo Pontífice aseveró que “los homosexuales tienen derecho a ser parte de la familia”; sin embargo, estas aseveraciones las realizó mientras todavía se desempeñaba como obispo y no como Papa.
