Vida Privada
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Como ya es costumbre de algunos años para acá un día antes de los Oscar, además del anuncio de los Razzies, hoy se llevan a cabo en Santa Mónica, California, los Independent Spirit Awards.
Estos premios son los penúltimos en importancia en lo que al Séptimo Arte se refiere previos al Oscar que se entrega mañana y se entregan al cine norteamericano independiente del año que recién terminó en los cuales ya ha habido ocasiones que se replican algunas producciones de estudios pequeños que son nominados tanto a los Independent Spirit Awards como a los Oscar.
Eso sucedió precisamente hace poco más de una década cuando la cineasta norteamericana Tamara Jenkins fue nominada de forma simultánea tanto al Independent Spirit como al Oscar al Mejor Guion Original del 2007 por su segundo largometraje como directora, “La Familia Savage”, cinta que le dio además otra una de sus tres nominaciones a la estatuilla dorada a su actriz protagónica Laura Linney (actualmente vista en la serie “Ozark” de Netflix), y aunque ninguna de las dos se vieron favorecidas con la obtención de dicho galardón Jenkins sí ganó el Independent Spirit al que estaba nominada.
Esto viene a colación con la cinta que corresponde a la recomendación de cine en casa de hoy , Vida Privada” (“Private Life”) que como la multinominada al Oscar “Roma”, de Alfonso Cuarón, es una película con el sello de Netflix disponible en esta plataforma desde finales del añose salpica co pasado la cual también escribió y dirige Tamara Jenkins y pudiera darle hoy un segundo premio Independent Spirit para el que vuelve a estar nominada este año al Mejor Guion del 2018.
“Vida Privada” cuenta la historia de Rachel Biegler (Kathryn Hahn), una escritora en sus 40s casada con Richard (Paul Giamatti) quien junto a él se introduce en cuanta terapia de fertilidad puede con tal de tener un hijo aun y cuando estos procesos amenazan con sus respectivas complicaciones afectar a la larga su estabilidad matrimonial. En medio de un alto a ese proceso en el que consideran inclusive la adopción, reciben la visita de Sadie (Kayli Carter), hija del hermanastro de Richard, Charlie (John Carroll Lynch), quien acaba de dejar la universidad y los ve como sus modelos aspiracionales al buscar convertirse en escritora y a partir de que la reciben en su hogar y el verla como una hija les vuelve a despertar el instinto paternal … a pesar de los problemas en los que ahora también la metan a Sadie.
Como ha sucedido en los dos primeros largometrajes de Tamara Jenkins, “Suburbios de Beverly Hills”(“Slums of Beverly Hills”, de 1998), o la mencionada “La familia Savage”, del 2007, en “Vida Privada” lo que en otras manos pudiera convertirse en un denso drama aquí se salpica de pronto con situaciones en las que los personajes, como el espectador, no saben si reír o llorar desde una de sus primeras escenas en las que el personaje de Rachel se cuestiona si hacen bien como pareja el buscar a un hijo en un mundo en el que la adversidad de problemas como los del cambio climático pueden anticiparle un futuro cuando menos posible para el ser que buscan engendrar.
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galindo.alfredo@gmail.com; Twitter: @AlfredoGalindo