Xoxocotla
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Xoxocotla, Morelos, es el municipio mexicano más reciente y segundo en su Estado de carácter indígena. Entre sus 45 mil habitantes hay presencia mestiza, pero la mayor parte de la población procede de la etnia tlahuica. Sus habitantes hablan de manera cotidiana el náhuatl, aunque la gente joven ha despreciado su uso. De hecho el sábado 16 de marzo, día en el que llegué a la comunidad se celebró el empleo de esta lengua en la Plaza de Armas, en el marco de los festejos para magnificar la belleza del náhuatl y su práctica.
En Xoxocotla el pensamiento mágico existe, así como también están presentes los usos y costumbres que están por desaparecer, porque dependen de la figura de un Señorío integrado por adultos mayores que, por cierto, no están de acuerdo con el Concejo Municipal al que autoridades estatales le tomaron protesta en enero de este año.
Es un pueblo profundamente religioso que cuenta con muchas danzas y fiestas tradicionales. Salta a la vista el sincretismo presente pues en el atrio de su templo católico de San Felipe Apóstol –cuya fachada fue afectada por el sismo de 19 de septiembre de 2017– hay un gran monolito cubierto en su mayor parte por tierra, mismo que anteriormente estaba a la vista. El día de mi llegada coincidió con la celebración de los 237 años de haber sido inaugurada la construcción de este templo católico.
A los lados de una de las puertas de la barda atrial del templo se pueden observar dos monolitos prehispánicos. Lo anterior hace evidente que la evangelización franciscana tuvo que respetar las fuertes creencias de la población original descendiente de olmecas xicalancas, de su periodo tardío, (300 años antes de Cristo) del pueblo Mezcala y de la población Tlahuica, grupo humano más reciente en la zona.
El reto de alcanzar mayores niveles de bienestar en Xoxocotla es enorme. Los habitantes no cuidan la limpieza de su municipio y padecen de algunos signos que se presentan en una buena parte del territorio nacional: pobreza extrema, inseguridad, embarazos tempranos, alcoholismo, drogadicción juvenil, problemática en materia de salud pública.
El Concejo Ciudadano está iniciando su gestión y tienen mucho que hacer. Sus integrantes están preocupados por el estado de atraso que guardan los indicadores de desarrollo humano, social y económico en la comunidad.
El Concejo lo encabeza Leonel Zeferino. A pesar de las debilidades y amenazas tiene entre sus integrantes a personas jóvenes con visión emprendedora, como el ingeniero Alfredo Carmen que es el responsable del desarrollo económico del municipio. Él, junto a otros hombres y mujeres aspiran a tener un Xoxocotla donde haya justicia social, ambiental y económica.
Conocí las cuevas sagradas del cerro Cuauhtepetl y el ojo de agua de Pueblo Viejo. Observé la contaminación del río Apatlaco, que es parte de la cuenca del río Balsas, en cuyas márgenes se pretende el establecimiento de un circuito ecoturístico. Además conversé ampliamente con el cronista municipal, Felipe Navarro. Ofrecí una charla sobre un caso de éxito para hacer ver a los concejales que es posible el turismo sustentable en Xoxotla si se empodera la población a partir de un proceso de participación ciudadana.
La Comisión de Turismo del Senado está interesada en apoyar Xoxocotla para que se detonen proyectos ecoturísticos. Espero que mi diagnóstico perceptivo les sea de utilidad. Este municipio indígena sí que necesita un destino distinto. ¿Andrés Manuel López Obrador?