Caídas, calor, música y tacos
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Saltillo, Coah.- Llegaron como a las 04:00 de la mañana de Villa La Rosita y de Los Arenales, en Torreón. María Graciela Valles tiene tres años y no sabía nada de lo que pasaba, sólo pidió de comer porque tenía hambre, mientras su padre la acomodaba en la banqueta, encima de un trozo de cartón.
Desde la explanada de la plaza de las Ciudades Hermanas se alcanzaban a ver las pantallas en las que aparecía el gobernador Humberto Moreira, quien presentaba el Segundo Informe.
Aquí el sol empezaba a calar. La gente buscaba sombra. Torreonenses como Modesto Martínez, del ejido Los Arenales, aseguraron que aquí, en Saltillo, el calor no se sentía como en La Laguna, porque "aquí estaba más fría la cosa".
"De veras que acá les va bien, hasta con el `calorcito'", dijo don Modesto desde uno de los jardines de la plaza frente al teatro, donde esperaba a que empezaran a servir la discada.
Frente al PRI -donde horas antes Humberto Moreira había entregado el compendio a los militantes de este partido, en donde por cierto, parte de la asistencia repetía el bostezo- docenas de niños hacían filas para ser de los primeros a los que les repartieran unos tacos de discada.
Miraban atentos a los cocineros que mezclaban la carne con el pimiento morrón y la cebolla picada. Los olores empezaban a llegar y convidaban al resto de la concurrencia.
Como en la alberca
Otros niños aprovechaban el agua cristalina de la fuente para darse un remojón. Aquello parecía una alberca pública. La temperatura obligaba. Lucero Torres Soto tiene nueve años y acompañó a su hermana Érika a escuchar el Segundo Informe.
Llegaron de la colonia Provivienda, de Saltillo. Temprano y directo al PRI estatal -donde fue programada una de las entregas-, pero el hambre ya calaba. "¡Cómprame algo, cómprame algo mami!", se escuchó. Y la discada seguía en la cocción.
A unos metros, en la entrada del teatro, la gente se amontonó y muchos querían ingresar para hablar personalmente con Moreira Valdés. Algunos pedían trabajo, servicios, apoyos y hasta soluciones a problemas legales.
No cierren las puertas
Inocencio Balderas Rubio se quedó fuera del recinto cuando los ministeriales cerraron las puertas después de que ingresaron los invitados principales.
"¡Yo quiero entrar, necesito hablar con el señor Gobernador!", "¡No le cierren las puertas a la gente del pueblo!". "¡Es una injusticia!", gritó en varias ocasiones el hombre que en su desesperación rompió uno de los cristales de las puertas principales.
Los organizadores terminaron por abrir el paso al lobby, pero la zona de butacas siguió cerrada. A los 20 minutos Inocencio volvió a entrar. Llegó hasta el lobby, donde al menos una media docena de televisoras acaparaban los espacios en la zona de acceso. Cada una con su mejor presentador. Pero justo ahí, frente a los comunicadores, Inocencio cayó al piso y empezó a lanzar consignas contra el Gobierno.
Lo regresaron a la enfermería para valorarlo. Se encontró que presentaba un cuadro nervioso que obligó a los paramédicos a trasladarlo a un centro hospitalario.
Qué bello
Después de las 13:00 horas empezó la fiesta. Un grupo a ritmo de "Qué Bello" -canción que originalmente toca la Sonora Tropicana- puso en ambiente a los laguneros y saltillenses que abarrotaron la explanada de esta plaza en el bulevar Francisco Coss.
Por fin la discada empezó a calmar el hambre de los que por horas esperaban la oportunidad de agradecer al Gobierno el apoyo en estos casi dos años de administración.
Blindaje
En tanto, al menos 125 efectivos de la Policía Ministerial -que eran fáciles de identificar por los lentes completamente oscuros, traje negro y pelo casi "a rapa"- otros 100 de la Estatal y la Municipal estaban encargados de la seguridad fuera de cada uno de los recintos que visitó Humberto Moreira para entregar su Informe.
A pesar de que el primer evento inició a las 06:45 de la mañana -en el Congreso local- el caos vial en las calles aledañas al Palacio Legislativo, Sección 38 del SNTE, la sede del PRI y el Teatro de la Ciudad Fernando Soler se hizo presente.