Tony Padilla, el bicampeón del Club Campestre de Saltillo que busca ser el próximo Abraham Ancer
Juan Antonio Padilla Dávila es una leyenda en el Club Campestre de Saltillo, apasionado del golf, desde sus inicios sorprendentes hasta destacar en competiciones nacionales e internacionales, y su perspectiva única sobre el éxito
El approach de Juan Antonio Padilla Dávila en el golf fue una casualidad. Tenía seis años cuando su papá -Juan Antonio Padilla- lo llevó al club mientras su mamá -Zulema Dávila- atendía un compromiso. La sorpresa fue que al pisar el campo y querer imitar a su papá, tomando un palo y lanzando, todos quedaron impactados. Tony irradiaba una elegancia natural en cada uno de sus movimientos, como quien nace para el juego.
“Fue como por accidente”, recuerda Tony, quien tan solo cinco meses después, debutó en la Gira Infantil-Juvenil Zona Norte, con unos palos de golf de segunda mano que su papá había conseguido tras descubrir su talento.
Sus primeras actuaciones no fueron lo esperado, un año más tarde comenzó a destacar, para él y su familia era importante tener un plan, cuando eres golfista la planeación lo es todo, solo así se pueden conseguir becas para estudiar en el extranjero.
A los 13 años, Tony jugó el Abierto Mexicano de Golf, además fue tercer lugar en la categoría Campeonato del Torneo Anual del Club Campestre de Saltillo, siendo el golfista más joven en la historia de este evento en llegar a una Final. En 2014 y 2015 fue bicampeón en la Olimpiada Nacional, para 2016 ya era medalla de plata, además de ir cuatro veces con la Selección Mexicana a la Junior America’s Cup, una competencia de élite que reúne a los mejores golfistas jóvenes de Norteamérica.
Hasta ese momento, el saltillense ya podía dimensionar el tamaño de su talento, sin embargo, seguía pareciendo un juego, porque su familia siempre estaba ahí para apoyarlo. “Mi papá fue quien me hizo mantenerme firme en este deporte”, recuerda Tony, quien agradece aquel día que conoció por primera vez un campo de golf.
UN BICAMPEÓN DEL CAMPESTRE
Tony ya tenía dos metales dorados, una presea de plata en Olimpiada Nacional, un Hole in One y una participación en elAbierto Mexicano de Golf. ¿Qué seguía para él?
El saltillense quería estudiar en Estados Unidos, para ello tenía que buscar una beca, por años se había preparado para ese momento. Así, en 2018, Tony ganó en Cancún el Latin American Junior Classics, y fue directo al Torneo Anual de Golf del Campestre de Saltillo.
“La paciencia es la clave, en el golf tienes mucho tiempo para reaccionar, pero tienes que cuidar tu mente de cualquier pensamiento que pueda sabotearte”, comenta el joven, que con tan solo 18 años se coronó como campeón del 65 Torneo Anual de Golf del Campestre de Saltillo con rondas de 66, 72 y 69 impactos.
“Un profeta en su tierra”, fue como lo calificaron sus compañeros.
En aquel julio de 2018, Tony agradeció a sus papás, a sus amigos, a su profesor Lalo Guereca, y a toda la gente que creyó en él. Porque así como soñó en ganar el campeonato, así llegó la esperada oportunidad de defender los colores rojo, amarillo y oro en laUniversidad de San Luis Missouri (UMSL).
Juan Antonio se convirtió en el mismo año, en el segundo nacido en la capital coahuilense que firmaría con una institución perteneciente a la NCAA, siguiendo los pasos de Mónica Dibildox Hassaf. Tony ya era clasificado como el sexto lugar nacional del ranking emitido por la Federación Mexicana de Golf, dentro de la categoría 16-18 años. Ya era una leyenda.
COMO ABRAHAM ANCER O LORENA OCHOA
En 2019, Tony se convertía en bicampeón en el 66 Torneo Anual de Golf del Campestre de Saltillo. Su mayor premio fue celebrar con su familia y amigos, a quienes no veía desde que se fue a estudiar a Missouri.
“Extrañaba mucho, me sentía triste”, comenta el golfista, quien después de mucho tiempo entendió que Tony no era solo el golf, sino una parte de su vida.
Aquella lección se quedó con él para siempre, pues cuando la pandemia paralizó al mundo en 2020, el golfista estuvo dos meses y medio encerrado en casa, recuerda que hacía ejercicio, además de Pitch and Putt, un juego derivado del golf.
Dos años después, Tony terminó la carrera en negocios que tanto deseaba en Estados Unidos. Actualmente, a sus 23 años, trabaja como asistente en Total Golf Performance, una academia en Texas dirigida por su coach, Mark Caldwell. Aún sueña con llegar al PGA Tour como Abraham Ancer o Lorena Ochoa en el LPGA, pero aún le queda tiempo.
“La mayoría de los jóvenes nos perdemos cuando nos comparamos con otros por los éxitos, cada quien va a su ritmo, y no hay razón de apresurarnos”, aconseja Tony, quien no se apresura, todo lo toma con calma, como en el golf.
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