Omnia: Menú del embarazo
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Saltillo, Coah.- Uno de los clichés que rodeaba a la mujer embarazada era que debía comer por dos. De hecho, la política seguida por los ginecólogos había sido la de "coma con libertad", pero este enfoque ha cambiado a medida que la mujer tiene a su disposición alimentos más engordadores.
El problema es que un excesivo aumento de peso de la futura madre repercute de forma negativa en el parto y en la salud de su hijo.
"El inconveniente del peso materno es doble", explica Antonio González, obstetra y ginecólogo. "En primer lugar porque puede provocar la aparición de preeclampsia (un trastorno hipertensivo), pero también porque aumenta el peso del feto.
"No ocurre en todos los embarazos", dice González, "pero lo normal es que la ganancia de peso de la mujer influya en el tamaño del feto, y sabemos que un feto que pesa más de 4 kilogramos puede provocar serias complicaciones en el parto".
De hecho, con una población cada vez más obesa, los casos de niños de tamaño excesivo (macrosomía) han sido más frecuentes, como lo constató un estudio de la Universidad de California, en San Francisco, realizado a más de 20 mil mujeres, en el que se encontró que el 43.3 por ciento de las embarazadas subió de peso por encima del óptimo recomendado en las guías clínicas, que es de un kilogramo por mes; es decir, 9 kilogramos durante el embarazo.
Las consecuencias
Los niños nacidos de madres con sobre-peso tienen tasas más altas de macrosomía (gigantismo) y talla excesiva para la edad gestacional, lo cual influye en cómo esas madres responden al parto, debido a la desproporción pélvico-cefálica entre madre e hijo; es decir, los problemas que surgen cuando el tamaño de la cabeza y/o el cuerpo del feto es más grande que el ancho de la pelvis de la madre.
Y también influye en la evolución de los bebés tras el parto -hay más infecciones, más estrés respiratorio y estancia más prolongada en el hospital cuando los bebés nacen con sobrepeso.
Todos estos problemas son consecuencia del tamaño excesivo del feto, que dificulta su paso a través del canal de parto y hace más lenta su expulsión. "Cuantas más horas dure el parto y, sobre todo, la fase expulsiva, más repercusiones para la salud del niño", dicen los expertos.
Con la dificultad de que no existe un método confiable que permita determinar el peso del feto antes del alumbramiento, lo que obliga a los médicos a basarse en suposiciones clínicas para estimar el tamaño del producto.
La práctica habitual es que, cuando exista sospecha de macrosomía o gigantismo, el médico de la embarazada observe con cuidado el desarrollo del parto y si detecta problemas en la fase expulsiva, ordene o haga una cesárea.
Para que todo salga bien
Nueve kilogramos en nueve meses. Ese es el peso promedio que los expertos aconsejan ganar a las embarazadas. "Pero aún con esta recomendación en mente, las gestantes suelen tener desequilibrios nutricionales que
repercuten en el producto de la gestación", asegura Rosa Ortega, catedrática de Nutrición.
Según la profesora Ortega, "el embarazo es una etapa muy vulnerable desde el punto de vista nutricional, porque los desequilibrios en la alimentación pueden tener consecuencias más graves que en otras etapas de la vida.
"No basta con que la embarazada coma más, sino que se preocupe de elegir los alimentos apropiados, lo cual, expresado de manera sencilla, quiere decir variar lo que come", dice la doctora Ortega.
Durante un seminario reciente sobre "Nutrición y cerebro" celebrado en España, los especialistas insistieron en que la alimentación de la gestante condiciona el desarrollo y la función cerebral de los bebés. Y además
coincidieron en que "la situación nutricional con la que se empieza el embarazo por lo regular nunca es la óptima".
En este sentido, los expertos coincidieron en que los nutrientes que tienen más impacto en el desarrollo cerebral del feto son las proteínas; minerales como el hierro, yodo, zinc, cobre y selenio; ácidos grasos; vitamina A
y vitaminas del complejo B (folato, B1, B6 y B12 ).
Entre los nutrientes esenciales para el desarrollo cerebral del bebé destaca el ácido docosahexanoico (DHA), en el que se incluyen las grasas del tipo "Omega 3", que mejoran la capacidad de aprendizaje del bebé (estas grasas se encuentran en el pescado, las carnes y los huevos).
En fin, la buena nutrición de la embarazada es importante porque lo que se pierda en esta etapa será irrecuperable en la adolescencia y la adultez. (Europa Press)
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UN ASUNTO VITAL:
>Importancia de la buena nutrición en las primeras etapas:
* El cerebro del feto alcanza el 70 por ciento del peso de un cerebro adulto, y a los cinco o seis años ya ha completado su crecimiento, por eso es importante la nutrición apropiada durante el embarazo y los primeros años del niño.
* Lo que se pierda en la etapa de desarrollo cerebral del feto y el infante, será irrecuperable en la adolescencia y la adultez.
* Los estudios indican que los niños bien nutridos desde la gestación hasta los 17 meses, crecen con mejor agudeza para el aprendizaje.
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