Pierde la vida otro infartado

La víctima presuntamente era conocida con el nombre de Alejandro, contaba con una edad aproximada de entre 65 y 70 años, y ofrecía en venta dulces y semillas en las afueras de un templo cristiano.

Sus restos mortales fueron llevados al Servicio Médico Forense, para practicarle la autopsia de ley y según los resultados  la causa de su deceso fue infarto agudo al miocardio.

José Angel Herrera, coordinador del Cuarto Grupo contra la vida e integridad física de la PGJE, informó a Vanguardia que el jueves 17 de julio del presente año el Departamento de Bomberos Estación Poniente acudió a controlar un incendio que ocurrió en las antiguas instalaciones de la Forestal F.C.L., que se ubican en Emilio Carranza y Ramón Corona. El área afectada fue un pequeño cuarto que rentaba la víctima para habilitarlo como dormitorio y el siniestro se produjo porque una veladora encendida se cayó y dañó las colchas y ropa.

El enorme calor que originaron las flamas, presuntamente fue inhalado por el único habitante y al ver la llegada de los cuerpos de auxilio se asustó y le sobrevino un infarto.

Paramédicos de la ambulancia 458 fueron los encargados de trasladar al paciente al Hospital Universitario porque la inhalación de humo u otros tóxicos presuntamente le provocaron quemaduras internas.

Durante su traslado a la clínica el hombre confesó a los socorristas responder al nombre de Alejandro, su punto de reunión para las ventas era el templo llamado Comunidad Cristiana de Saltillo, que se encuentra al norte por Emilio Carranza y Presidente Cárdenas.

Durante el tiempo que permaneció internado en el área de cuidados intensivos, en ningún momento recibió una visita por parte de sus familiares o conocidos para pagar los gastos hospitalarios.

Cerca de las 07:30 horas de ayer médicos del Hospital Universitario confirmaron la muerte de Alejandro y dieron parte al Ministerio Público, para que acudieran a dar fe con el apoyo de Servicios Periciales.

Janteh Ortega Zamora, representante legal de la PGJE acompañada de un grupo de policías ministeriales acudieron al lugar donde residía el anciano, con el objetivo de recabar sus demás generales.

No lograron obtener resultados para su pronta identificación y un grupo de vecinos aseguró que el anciano podría ser originario del estado de Veracruz, porque tenía un vocabulario medio mocho.