Una lección de vida para jóvenes rotarios

Detrás de cada niño que asiste a la Casa de los Niños de Saltillo, A.C., hay una historia compleja.

Situaciones de pobreza, maltrato, abandono o un posible riesgo de calle. La adversidad que a diario enfrentan a su corta edad es sobrellevada por actividades propias de sus niñez, tal es el caso de la jornada realizada por los jóvenes rotarios. En el marco del curso de verano realizado por la asociación, con 140 niños, el Club Rotario se suma a esta loable tarea con una convivencia donde a primera vista saltaban los contrates.

Por un lado jóvenes entusiastas y con aparente solidez escolar y económica, mientras por otra niños que les miraban con asombro enfundados en su camisitas desteñidas y cansadas. Dicho encuentro, a decir de la directora de la Casa de los Niños de Saltillo, A.C., Victoria Ramos del Bosque, resulta benéfico para ambos, "un ganar-ganar, todos ganamos, los jóvenes se sensibilizan y son capaces de dar algo a esta gente que tanto los necesita, y los niños aprenden a convivir, a relacionarse, eso es un ganar-ganar".

Entre bailes, sonrisas y algarabía, Ramos del Bosque declaró que estas actividades traen alegría a los niños. "A los pequeños le gustan mucho este tipo de actividades, se sienten muy contentos, se divierten mucho, les tienen planeadas varias actividades, como en una alberca, culturales y deportivas "

Los jóvenes rotarios son originarios de diversos estados como Chihuahua, Zacatecas, Durango, Aguascalientes y Coahuila. Integrantes del Rotarac decidieron realizar esta actividad por razones concretas y de evidente necesidad, explica el dirigente Alan Domínguez Sáenz Sherman, de Rotarac.

"A la casa acuden varios niños de la zona y se escogió en específico porque son pequeños que necesitan un poco más de atención en sus actividades; son infantes que hay que enseñarles otra manera de trabajar, de aprender. Con el tiempo, la tecnología nos lleva a encerrarnos en aparatos tecnológicos, por ello es importante regresar a los niños, para volver a los juegos que eran más deportivos, más físicos. Nuestra generación tenía otra forma de divertirse, hoy hay niños que se entretienen con un celular todo el día".

Agregó que estas técnicas luego son utilizadas en sus ciudades de origen. "Los muchachos de Rotarac aprenden de qué manera se debe tratar a los jóvenes y niños, para cuando ellos regresen a sus comunidades o ciudades de origen, puedan realizar este tipo de actividades, que no cuestan y al final siembran una semilla en los niños y en ellos mismos", puntualizó.