Coahuila: a salvo Sierra de Arteaga, hasta el momento; continúa combate contra incendio de Santiago
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Ayer se sumaron 100 brigadistas del Gobierno del Estado de Coahuila y del departamento de Control de Incendios de Protección Civil de Arteaga al combate del siniestro que se encuentra en la sierra de Rayones, colindante con Santiago, Nuevo León, sumando unos 479 elementos que realizan trabajo de campo para cortar el fuego. Hasta el momento, la sierra coahuilense se encuentra a salvo.
Aunque existe la preocupación de que el ejido Nuncio -en territorio coahuilense- se vea afectado por el fuego, brigadistas informaron a VANGUARDIA que el riesgo es mínimo, apuntando que el ejido La Cebolla, en NL, ha sido el más afectado.
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Brigadistas consideraron que las ráfagas de viento son uno de los factores que impiden el sofoco de las llamaradas, además de la condición de sequía.
A lo largo de este día también se realizaron descargas de agua por medio de una unidad Mi17 que pertenece a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), logrando un control sobre el fuego que se recorría hacia Mesa de las Tablas y el ejido Nuncio, en Arteaga.
Se han consumido cerca de mil 300 hectáreas de bosque, las autoridades reportaron un control del 45 por ciento del incendio.
Samuel García, gobernador de Nuevo León, anunció ayer que en las próximas horas un avión DC10 llegará para combatir el fuego.
EN MAGALLANES, TEMEN AL FUEGO
En la comunidad de Magallanes, aun en territorio de Nuevo León, las familias temen por el avance del fuego.
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Dora Alicia García García y su familia tienen más de diez años viviendo en esta comunidad, aunque nunca habían presenciado un incendio forestal de esa magnitud, los habitantes se encuentranpreocupadas por la pérdida de casas, parcelas y animales que han sido consumidos por el fuego.
“Ya ha bajado gente de la Sierra para acá para Casillas, las casas de un primo mío se quemaron, lo bueno fue que se fueron para Saltillo a una consulta porque su papá estaba muy grave y cuando regresaron pues ya no tenían casa, entonces aquí lo auxiliamos con lopoquito que uno tiene, una cobija, una cacerola, eso le prestamos”, comparte la mujer de unos 50 años.
Aunado a esto, los habitantes están preocupados por la presencia de cenizas que dificulta respirar.
