Conmemoran saltillenses la partida del Obispo Villalobos a un año de su deceso
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Saltillo, Coah.- La noche del 3 de febrero, rodeado de amor y en espera de la Virgen María, el obispo emérito de Saltillo, Francisco Villalobos Padilla falleció consecuencia de complicaciones por COVID-19.
Monseñor había llegado a la edad de 101 años. Sus caminatas por el centro de Saltillo habían reducido sus trayectos antes del confinamiento. Era común verlo por la calle de Benito Juárez o Miguel Hidalgo, en los alrededores de la Catedral.
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Alto, delgado, garboso e irradiando luz, alzaba su brazo para responder a los saludos de la feligresía con una sonrisa disimulada. Francisco Villalobos Padilla nació en Guadalajara, Jalisco, el 1 de Febrero de 1921.
Era el quinto hijo de trece hermanos concebidos dentro matrimonio formado por Carlos Villalobos y María del Refugio Padilla de Villalobos, ambos ya en la dicha del Señor. De sus hermanos sobreviven cinco. La mayor, María Dolores, religiosa de María Reparadora; Carlos es Hermano marista; Sergio, casado; Carmen Lucía, casada; y María Cristina, soltera.
Fue bautizado en la parroquia del Sagrario de la Catedral de Guadalajara y cumplió con los sacramentos de la Comunión y la Confirmación. Sus estudios de Primaria los hizo en el Colegio Jalisco, hoy Colegio Cervantes, de los Hermanos maristas; la Secundaria y Preparatoria las cursó en el Instituto de Ciencias de los jesuitas; e ingresó en el Seminario de Guadalajara en septiembre de 1928.
Cursó las materias de Humanidades, Filosofía, y los dos primeros años de Teología. En 1947 el entonces Arzobispo de Guadalajara, Monseñor José Garibi Rivera, quien después fuera Cardenal, lo envió a Roma, Italia, al Pontificio Colegio Pío Latino Americano. En la Pontificia Universidad Gregoriana terminó la Teología e hizo estudios de postgrado en Historia de la Iglesia.
Obtuvo la licenciatura en Teología y en Historia de la Iglesia, materia que después impartió en el Seminario de Guadalajara.
En Roma recibió el diaconado el 18 de diciembre de 1948 y el presbiterado, el 2 de abril de 1949. En este día el Papa Pío XII cumplía 50 años de sacerdote. Junto con Monseñor Villalobos también recibieron el sacerdocio Monseñor Samuel Ruiz García, actual obispo de San Cristóbal de las Casas.
Regresó a Guadalajara en 1953. Fue nombrado prefecto del Seminario Menor. En 1959 fue nombrado director del recién fundado Instituto de Vocaciones Adultas, que es el seminario para las personas que reciben el llamado de Dios siendo mayores y en 1966 pasó al Seminario Mayor, como prefecto de la sección de Teología.
En 1967 viajó a Medellín, Colombia, a realizar estudios de Pastoral Litúrgica en el Instituto Pastoral del CELAM. Regresó al Seminario Mayor y en 1968 fue nombrado vice-Rector, cargo que ocupó hasta 1971, al ser nombrado Obispo Auxiliar de Monseñor Luis Guízar Barragán, obispo anterior de Saltillo.
Junto con sus labores en el Seminario compaginó otros apostolados, como la asistencial al Movimiento Familiar Cristiano, al Club Serra Internacional y la visita regular de rancherías cercanas a Guadalajara. Fue además, miembro del Consejo Presbiteral de la diócesis y de las Comisiones diocesanas de Liturgia y de Arte Sagrado.
Fue hasta el 3 de agosto de 1971 cuando recibió la consagración episcopal, de manos de Monseñor Guízar Barragán, de quien durante cuatro años fue si Obispo Auxilar. El 11 de octubre de 1975 se anunció su nombramiento como Obispo de la Diócesis de Saltillo y tomó posesión el 28 del mismo mes.
Durante sus años al frente de la diócesis, visitaba cada dos años todas las iglesias o parroquias. Diariamente, celebraba la Santa Misa en Catedral a las 18:30 horas y los domingos a las 13:00 horas. Por las mañanas atendía a todo el que acudía a las oficinas del Obispado y por las tardes, en su casa.
Promovió la creación del Seminario Menor Auxiliar en Piedras Negras, y aquí en Saltillo, del Filosofado, que es la primera parte del Seminario Mayor, así como el inicio del Teologado.
Ordenó a 90 personas sacerdotes para la diócesis y seis más de Órdenes o Institutos religiosos. Creó 24 parroquias y promovió la construcción de iglesias “donde es necesario”. También la construcción del auditorio del Seminario menor y la construcción del Seminario Mayor.
A lo largo y ancho de la diócesis de Saltillo, que abarca la Región Sureste del estado, impartió el sacramento de la Confirmación. Se sentaba a confesar y en algunos lugares dio a grupos de niñas y niños la Primera Comunión.
De manera reglamentaria, cada cinco años regresaba a Roma y en ocasiones se encontró en privado con el Santo Padre. En una de estas ocasiones participó también en la beatificación del P. Miguel Agustín Pro.
Era partícipe de su fe y con regularidad asistía a las Asambleas Plenarias del Episcopado Mexicano, y a las reuniones de los Obispos de la Región Pastoral Noreste, a la que Saltillo pertenece.
En 1979 fue elegido por los Obispos mexicanos para participar en Puebla en la Tercera Conferencia General de Episcopado Latinoamericano; en 1983 fue elegido también por todos los Obispos de México, para participar como representante en Roma en el Sínodo Mundial de los Obispos.
Toda la Diócesis celebró el 3 de agosto de 1996 sus Bodas de Plata Episcopales y sus Bodas de Oro sacerdotales el año 1999.
Entre las instituciones que promovió y estableció en la Diócesis, destaca el Secretariado diocesano de Evangelización y Catequesis, Cáritas de Saltillo, el Banco de Alimentos, Seminario Mayor, terminado en el año 2000, y la creación de la nueva Diócesis de Piedras Negras, culminada ya en tiempos de su sucesor Monseñor Raúl Vera López en el 2003.
El 30 de Diciembre de 1999 recibió el anuncio de que el Santo Padre le aceptó la renuncia, y se convirtió en Obispo Emérito de Saltillo, Administrador Diocesano hasta la llegada de su sucesor, el 20 de Marzo de 2000.
Al morir, Monseñor Villalobos Padilla dejó los bienes adquiridos durante su vida a la Diócesis de Saltillo, pero fueron reclamados por una familiar. A raíz de ello se desarrolló un litigio que esta en espera de una sentencia judicial que determine el destino de las pertenencias del religioso.
Este viernes a las 18:00 horas, como era la costumbre de Monseñor Villalobos, en la Catedral de Saltillo se oficiará una misa por el primer aniversario luctuoso del Obispo Emérito de esta ciudad capital.