En Cloete, Sabinas, ya no aguantan el mal olor y las moscas

CLOETE, COAH.- El viernes por la noche se volvió a prender el basurero del pueblo de Cloete, municipio de Sabinas, y el humo cubrió por completo la comunidad,

Dicen los que lo vivieron que era un hedor insoportable.

Ya en otras ocasiones se ha incendiado el tiradero y los vapores provocado enfermedades en la gente, alergia y otros males respiratorios.

Ya otras veces se había prendido, pero la del viernes en la noche fue la gota que derramó el río.

Luego hasta la ropa se apesta con los malos olores que expide la basura quemándose.

Y lo peor de esta situación es que los más afectados con los daños son los niños y ancianos de esta comunidad, de por sí devastada por la excavación de tajos para la extracción de carbón.

De hecho, cuentan los pobladores de Cloete, que el lugar donde se ubica el basurero era un tajo de carbón.

La gente de Cloete, lugar que tiene 3 mil 600 habitantes, ha pedido de manera reiterada que este basurero sea reubicado lejos de la población y se construya un relleno sanitario en toda forma, pero administración tras administración las autoridades municipales han hecho oídos sordos.

En tanto este muladar se convierte en un foco de infección que a más de 40 grados de calor, en el verano, es un nido de moscas que toman al pueblo por rehén.

Los funcionarios se han excusado de las quemazones en el basurero diciendo que son provocadas por vándalos.

Los de Cloete piensan que la lumbre es ocasionada por los encargados del tiradero para hacer espacio y meter todavía más deshechos al tajo.

Como aquí viene y tiran los desperdicios de Sabinas y de Agujita, el tajo ya está lleno.

Hace algunos días un grupo apolítico de personas preocupadas por Cloete, grupo encabezado por Selena Salas y Elva Sáenz, se dirigió con la alcaldesa de Sabinas, Diana Guadalupe Haro Martínez, para pedirle una solución al problema del basurero y les dijo que en 20 días les daría una respuesta sobre la posible reubicación o no del mismo.

Pero los de Cloete, que más de una vez han sido engañados, tienen sus dudas, y sospechan que otra vez los van a batear.

En ese caso advierten, tomarán otras medidas de presión, tal vez un plantón, algo que haga reaccionar a las autoridades.

Porque aquí ya no aguantan más ni el peste de la basura ni las moscas.