Le dan el último adiós en Saltillo a Óscar Dainitin: “hombre generoso y apasionado”
Ayer lunes falleció Óscar Dainitin Talamás a los 65 años, un hombre reconocido por familiares y amigos por su generosidad y pasión por los autos.
Nació el 28 de abril de 1956 y fue padre de cinco hijos, Martha Guadalupe, Mariana, Óscar, Donaldo y Marcela, quienes lo recordaron como un papá amoroso, honesto, entregado a su trabajo y su familia.
“Mi papá siempre veló por nosotros sus hijos y nos procuró, nunca nos falto nada. Fue una persona muy noble, honesta, generosa y amable. Un amigo divertido, bromista y muy querido. Fue un excelente jefe, siempre cuidando a sus empleados y ayudándoles lo más posible”, escribió uno de sus hijos.
“Como padre, excelente; como hijo, siempre presente; como hermano, dispuesto y una nobleza de corazón ayudando aun sin conocer a las personas; trabajador incansable, apasionado de los autos clásicos”, dijo un familiar.
“Un gran empresario que siempre estuvo dedicado y entregado a su trabajo y familia. Su manera de ser tan especial entre la seriedad y lo alegre y lo cariñoso, es un conjunto de elementos tan hermosos que inspiraba paz. Su pasión por los autos clásicos era única”, apuntó otro familiar.
Esta pasión por los automóviles clásicos lo llevó a ser socio fundador de la Asociación de Autos Clásicos de Saltillo, agrupación cuyos integrantes lamentaron el fallecimiento del señor Óscar Dainitin Talamás y extendieron sus condolencias a la familia.
La comunidad saltillense recordó a Dainitin Talamás por patrocinar exposiciones y eventos, y sobre todo por brindar su apoyo a labores sociales en beneficio de zonas rurales de la capital coahuilense.
“Sin que nadie supiera, nos íbamos a dejar despensas a los ejidos a dos o tres horas de aquí. Lo hacíamos como tres o cuatro veces al año, pero a él no le gustaba figurar, era una persona demasiado sencilla”, comentó Marco Farías, amigo y restaurador de carros.
“Un ser humano fuera de serie, muy bondadoso, se quitaba lo que tenía para darle a los demás. Siempre presente en las buenas y en las malas. No tenía límites para ayudar a propios y extraños, siempre dispuesto a todo”, señaló otro de sus seres queridos.