Pese a juicio, Mude mantiene proyecto de protección de la Poza de la Becerra
La Poza de la Becerra forma parte de un humedal importante, con especies endémicas y microorganismos similares a los que existieron hace 3 mil 500 millones de años.
Es un museo viviente que el Museo del Desierto buscó preservar a través de un proyecto para hacer un centro de investigación y difusión de la importancia de esta área natural en Cuatro Ciénegas, planes que podrían verse truncados luego del fallo de una jueza que obliga al Mude a devolver la poza a sus verdaderos propietarios.
“El juicio va a durar años, mientras tanto sí creo que nosotros vamos a poder poner un brazo del Museo del Desierto para explicar por qué es tan importante cuidar este lugar”, señaló Arturo González González, director del Mude.
Afirmó que el equipo de la institución realizó durante años un estudio de impacto ambiental para poder desarrollar un Centro de Interpretación en la Poza de la Becerra, el cual fue entregado a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Este proyecto se trata de una extensión del Museo del Desierto en Cuatro Ciénegas que cuente la historia natural local y resalte la importancia de esta zona que ha sido estudiada por investigadores de México y otros países.
Además el Mude y la asociación Pronatura, así como Conagua, habitantes y organismos civiles, realizaron acciones de conservación para restaurar el área natural, que está en peligro de desecación a raíz de actividades humanas de extracción desmedida de recursos hídricos.
“Hay este crecimiento que se ha ido tan rápido en Cuatro Ciénegas que algunas personas les molesta y les enoja que no tengan de dónde aprovecharse de esta posibilidad del crecimiento que está teniendo Cuatro Ciénegas en el turismo”, señaló Arturo González.
Consideró que el conflicto legal por el predio, en el que una jueza invalidó la compra-venta de la Poza de la Becerra en 2012 entre el vendedor Luis Lauro Cantú Rivas y el Museo del Desierto, podría estar motivada por intereses que no son afines a la preservación de un área natural.
“Justamente la adquisición de la poza de nuestro lado fue para salvarla de toda depredación”, enfatizó.
Desde 2012, el Mude era el aparente propietario de ese sitio, en Cuatro Ciénegas, derivado de una compra-venta celebrada el 27 de septiembre de ese año.
Arturo González, señaló que la poza fue adquirida a través del Gobierno de Coahuila directamente a la persona que tenía las escrituras, cumpliendo los requisitos de ley y sin fines de lucro.
“Tenemos ya un grupo de abogados que va a contestar esto y todo lo necesario para que se vayan conociendo las argumentaciones de los dos lados”, dijo.