Sader y Conagua apuestan por el riego tecnificado en La Laguna
Fortalecer la producción agrícola, con incrementos de más del 25 por ciento y garantizar una mejor gestión del agua, con ahorros de más del 30 por ciento, son los objetivos principales que impulsa el proyecto “Agua Saludable para La Laguna”, en Coahuila y Durango, iniciativa coordinada por el Gobierno de México.
Además de una mejor gestión en el uso del agua para la producción agrícola, la estrategia también tiene como principal objetivo mejorar el abasto de agua potable para la población de La Laguna.
De esta forma, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) crearon una alianza para impulsar la reconversión de cultivos de baja demanda de agua o riego tecnificado, técnica que consiste en aportar la cantidad justa de agua y nutrientes que necesita cada cultivo, en el momento y lugar que lo necesite.
Establo La Flor, en Gómez Palacio: caso de éxito
La implementación del riego tecnificado, ubicará a La Laguna como líder a nivel nacional en producción agrícola y mejor gestión del agua con este proyecto, ejemplo de esto es el establo La Flor, en Gómez Palacio, que genera ahorros de un 32 por ciento, en promedio, en el volumen de agua; así como incrementos superiores al 20 por ciento en la producción.
Estos beneficios, son derivados de la técnica de riego por goteo en las 90 hectáreas de alfalfa, con rotación de maíz, que se cultivan en ese establo, en comparación con el riego tradicional por gravedad que se solía utilizar.
Gracias a esta técnica, se han obtenido producciones anuales de 32 a 33 toneladas de materia seca por hectárea al año en Alfalfa, incluso en condiciones de calidad de suelo adversas.
Además de estas ventajas, el riego tecnificado también representa un mejor aprovechamiento de fertilizantes, que se aplican en la raíz asegurando una mejor asimilación de la planta así como ahorro en combustible de la maquinaria, además de una mayor calidad de los cultivos.
José María Enríquez Vázquez, supervisor agrícola, explicó que, antes de la instalación de esta tecnología, se realizaban 10 cortes al año, debido a los tiempos de espera de entre 12 a 15 días, que se generaban al aplicar el riego rodado a la superficie, dificultando el acceso de maquinaria al campo para cosecha y labores culturales. Ahora, con el riego tecnificado en el subsuelo se reducen estos tiempos de espera a cinco días. Esta reducción de tiempo de espera se traduce en un aumento de 10 cortes hasta 14 cortes al año.
A nivel social se beneficia a más de millón y medio de personas, así como a los agricultores del Distrito de Riego 017, que abarca nueve municipios de Coahuila y Durango, que ahora obtienen mayor producción en menor tiempo y con ahorros de más del 30 por ciento en el uso del agua para riego.
Tecnología que potencia la productividad agrícola
El proyecto “Agua Saludable para La Laguna” también impulsa la aplicación tecnológica en beneficio del campo. Ejemplo de esto es el monitoreo remoto de humedad en suelo, presión y caudal del agua, así como un fertirriego más preciso para las plantaciones.
Gracias a la tecnología es posible regular el cuarto de control, donde se realiza la programación de riegos y aplicaciones para mantener el sistema en buenas condiciones, en equipo de cómputo y se lleva también un registro manual, que ayuda también a reparar posibles fugas, regular el diferencial de presión, el agua y el fertilizante justo que requiere la planta, lo que mejora la seguridad hídrica.
Para su siguiente proyecto, el establo La Flor, está por convertirse en el primero de todo México en incorporar el agua de reúso en sus sistemas de goteo.
Existen dos posibilidades de reutilización de agua: por un lado el efluente de agua residual en los procesos operativos del establo (baños y lavados), y por otro lado el agua de reúso de la planta de tratamiento de aguas residuales municipal.
Con la utilización de estas fuentes de agua alternativas se rescatan los nutrientes existentes para aprovechamiento y beneficio de los cultivos, ya que incorporan nitrógeno y otros microelementos de manera natural. De esta manera se reduce la necesidad de uso de fertilizantes sintéticos. Existen ya resultados comprobados en California, Estados Unidos, que avalan la incorporación de materia orgánica en el agua de reúso del establo como complemento del plan nutritivo del cultivo.
