Saltillenses hacen fila de tres cuadras para entrar a Catedral de Santiago

Una fila kilométrica de feligreses rodeó la Catedral de Santiago para entrar a venerar al Santo Cristo en cada misa del último día del novenario.
Desde los barrotes del atrio, sobre el callejón Santos Rojo y hasta la calle de Bravo a espaldas de la Iglesia, los feligreses esperaron pacientemente para entrar al máximo templo católico de la ciudad.
Cientos inundaron el atrio, pasillos y rincones de la Catedral de Santiago en cada misa celebrada este 5 de agosto en honor al Santo Cristo, aunque el aforo se mantuvo al 85 por ciento por indicación de las autoridades civiles.
Quienes no pudieron ingresar a Catedral, era dirigido a la Capilla, la que también lució repleta.
De pie, arrodillados, sentados sobre los escalones o recargados. En muletas, sillas de ruedas o sostenidos a duras penas, la afluencia de creyentes nunca cesó y la fila continuaba formándose en cada celebración litúrgica.
La única entrada a la Capilla y Catedral era la del costado derecho, a un lado del callejón Santos Rojo, mientras que la única salida era por el lado contrario, sobre la calle de Juárez para mayor control del aforo.
Rosas, veladoras y súplicas que hacían con las manos hacia el cielo manifestaron la fe de católicos de diversas colonias que arribaron hasta el corazón de la ciudad.
La imagen del Santo Cristo tapizó las calles a su alrededor impresa en los chalecos de matlachines ropa, llaveros, papel, dulces, almanaques y otros tantos artículos decorativos en venta.
Aunque durante los primeros días del novenario también se formaban filas en el atrio de la Catedral, este 5 de agosto la fila se extendió hasta rodear el templo y continuar al menos tres cuadras de la calle de Bravo.
De acuerdo con los feligreses, más personas arriban a la iglesia los días 5 y 6 de agosto, adicional a quienes han acudido durante toda la novena, pues ambos días son considerados como los indicados para manifestar su fervor y elevar sus plegarias.