Como profesional: Vamos a "encestar"

La entrevista

En una charla con el coach Andrés Contreras acerca del trabajo de un basquetbolista durante la temporada, entendimos que el nivel de competencia en México no es el mejor. Y no tanto por la falta de interés de los jugadores, sino por el sistema y el tiempo de vida de la temporada en la Liga Nacional.

Haciendo referencia al tema, Andrés "Veneno" Contreras, comentó: "La situación de un basquetbolista en México, es bien sabido que no puede vivir sólo del basquetbol, lógicamente la liga te está abriendo una puerta para que trabajes y te ganes un dinerito pero en realidad no es una liga en la que puedas asegurar tu futuro, puedes vivir bien cómodamente y haciendo deporte".

Situación que modifica el sistema de entrenamiento en los 24 equipos que conforman el circuito, ya que la mayoría de los jugadores inician un trabajo físico meses antes de que comience la acción en el circuito nacional, fomentando un retroceso en la calidad de juego al arranque de la misma.

Para poner en forma a la plantilla, el entrenador, junto a su asistente o preparador físico tiene que diseñar un programa que le permita dar esa condición física a sus elementos para poder pensar posteriormente en el sistema de juego, hablando de cuestiones técnicas y tácticas.

A diferencia del nivel amateur, en el sector profesional los basquetbolistas mantienen un duro trabajo, en este caso, los Lobos tienen dos sesiones de entrenamiento en la cancha, más una en el gimnasio, la cual se distribuye de acuerdo al crecimiento de consistencia física.

En la cancha

Pero, ¿cómo se efectúa un día de entrenamiento para la jauría?

Al inicio de la temporada se trabaja en un 90 por ciento la condición física, estructurando un programa para ello, el cual puede constar de práctica en cancha, pista y fuerza en gimnasio, además de las pruebas pliométricas las cuales consisten en series de saltos para trabajar la potencia en las piernas, extremidades más importantes en un basquetbolista.

Un punto muy importante, es mantener en óptimas condiciones el abdomen, que es la base del cuerpo por lo que generalmente se hacen de 300 a 400 abdominales, durante las sesiones de cancha y en el gimnasio, las sentadillas y lagartijas, también forman parte de la rutina, esto para mantener fuerte todo el cuerpo ya que es un deporte de contacto físico.

La fuerza en los músculos ayuda a dar y recibir los contactos físicos que se producen durante los partido, sin embargo el aspecto médico interviene de manera directa, al efectuar terapias musculares para eliminar el ácido láctico, el cual provoca dureza en los músculos y genera dolor.

Asimismo, el jugador debe cuidar su alimentación e hidratación, de acuerdo al sistema de entrenamientos o días de juego, con el fin de mantenerse saludable y evitar descompensaciones por el alto ritmo de vida que llevan durante seis meses de temporada.

Al final de ésta, los atletas deben efectuar un entrenamiento de postemporada, básicamente en el aspecto físico con el objetivo de mantener la condición durante el tiempo que están inactivos; evitar contracturas musculares que se provocan por dormir una semana completa sin hacer absolutamente ningún ejercicio como acostumbra la mayoría.

 

La preparación de un equipo

Partidos en casa:
Martes y miércoles trabajo físico.
Jueves practica ofensiva.
Viernes por la mañana una rutina ligera, tiros al aro, movimientos ofensivos y jugadas defensivas, charla sobre el juego.

Partidos de gira:
Martes trabajo físico y técnico.
Miércoles viaje a la sede del equipo a enfrentar.
Jueves algo de trabajo físico en la mañana; por la tarde juego en la duela.

Antes de iniciar un partido:
Pre calentamiento, soltar los músculos en la cancha y trotar un poco; tomar un descanso para retornar a correr en la cancha; hacer estiramiento, para terminar con calentamiento con balón.

El entrenamiento consiste en:
Trabajo en pista de atletismo (velocidad y resistencia).
Trabajo en gimnasio de pesas (fuerza y potencia).
Ejercicios de pliometría (saltos).
Trabajo defensivo individual-grupal.
Trabajo ofensivo individual-grupal.
Trabajo psicológico individual-grupal.