Loco, pero efectivo
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Un zarpazo de Sebastián fue suficiente para que los Tigres de Gallego se llevaran el Clásico del Norte...
Monterrey.-Â Â "El Loco" Abreu sigue encendido. Con su gol de anoche alargó a cuatro los partidos marcando, además le regaló un triunfo a Tigres y un tanque de oxígeno a su técnico Américo Gallego.
Fiel a su palabra de no celebrar los goles marcados a los equipos donde jugó, Abreu luego del cabezazo demoledor, sólo se cruzó de brazos y dejó que la algarabía la desataran sus compañeros.
Sin embargo, el clásico norteño fue de un futbol incapaz de dejar al aficionado al borde de la butaca, pero suficiente para dejar felices a los seguidores de Tigres, victoriosos anoche (1-0) ante un Monterrey que no encuentra la fórmula de la efectividad ofensiva.
No es que Tigres presuma una ofensiva para ponerse a temblar, de hecho es prácticamente igual de mediana que la de Monterrey, pero ayer tuvo la onza en Sebastián Abreu, hombre que hizo la diferencia con su tanto de cabeza sobre el minuto 16 que al final significó tres puntos y de paso tiempo extra en la permanencia de Américo Gallego en el banco de unos felinos que hace un par de semanas amenazaban con echarlo.
Por lo demás, el duelo fue bastante flojo en lo que a opciones de gol se refiere.
Más atascado en la media cancha, en mucho ensuciado por unos Tigres que no quisieron volver a perder la ventaja como en anteriores partidos y siguiendo los consejos de su timonel argentino lo ensuciaron con faltas y cortes de ritmo a más no poder, ante la complacencia del árbitro Germán Arredondo, demasiado timorato a la hora de penalizar a los felinos.
Pero si el primer tiempo se vio tijereteado, para el complemento de plano se jugó en fragmentos.
Nada más durante los primeros 10 minutos se realizaron seis faltas, demasiado para que el futbol pudiera tomar un ritmo digno de un clásico espectacular.
Así, las jugadas de táctica fija se convirtieron en las principales proveedoras de balones a las respectivas áreas, pero sin ofrecer real peligro para los arqueros.
Incluso la incipiente recreación de una melé, con manotazos, sirvió si acaso para romper aún más, si acaso lo había, el ritmo de un juego convertido en un interminable cobro de jugadas a balón parado.
Esa fue la estrategia que los felinos escogieron para amarrarse a la victoria. Américo Gallego lo había anunciado hace una semana en conferencia de prensa, luego de que América les sacó el empate en el último minuto, "si yo juego no nos empatan", hoy tampoco jugó Gallego, pero sí se preocupó por instruir a sus muchachos en no permitir que aquello que sucedió en la capital no se repitiera, menos en un partido que significaba tanto para continuar afianzado al puesto en la dirección técnica universitaria.
A Monterrey le toca la responsabilidad de no saber cómo enderezar la nave. Miguel Herrera terminó, no es raro, en los vestuarios, presa de su propia desesperación, porque en la cancha a los Rayados no les alcanzó.
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Goles
Tig: S. Abreu (16)