Fiesta regia: en el Estadio Monterrey
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Los aficionados de Sultanes celebraron todo el partido al saber que tenían en la bolsa el triunfo del equipo; la afición verde brilló por su ausencia
La historia se repitió en las tribunas del Estadio Monterrey ambiente familiar, comida, antojitos, música y algo más fue lo que dio la bienvenida a más de 18 mil aficionados, que arribaron a la casa de los Sultanes con una sonrisa plena al ver ya seguro el cuarto juego del primer playoff y con ello el pase a la final de la Zona Norte.
Los más de 35 grados centígrados de temperatura no causaron el menor estrago entre la fanaticada de Monterrey que, fiel a su equipo, asistió para disfrutar de un triunfo anunciado, aunque Sultanes sufrió para lograrlo, pues al ver a Rafael Díaz en el montículo se vieron sorprendidos ya que el anunciado era Alfredo Caudillo.
El de Chihuahua salió seguro y enfrentó tres en fila, causando angustia en el público regio, pues pensaban que sus bateadores le propinarían una paliza a Díaz desde el arranque. En el segundo rollo Erubiel Durazo fue ponchado y eso sí le caló a los regios, que desbordaron su pasión al ver el panorámico cuadrangular de Heber Gómez.
Con esta carrera la sonrisa les volvió al rostro, y más cuando por los pasillos del Estadio Monterrey desfilaban las edecanes de los patrocinadores que además de deleitar con su presencia, regalaron objetos de promoción.
Al igual que la noche del viernes, la porra infantil de Sultanes acompañada de unos poderosos tambores alentaron a su equipo, contagiando al resto de la tribuna. A diferencia del tercer juego de la serie, ayer se vio uno que otro sarapero.
El sonido local hizo su trabajo y levantó a los asistentes en ánimo, aparte de hacerlos bailar.
Como a los regios no les importa donde estén, las camisetas de Tigres y Monterrey pulularon entre la tribuna, demostrando que no se está casado con un deporte o equipo, al final hay que apoyar a los de casa.