Gracias a la NFL por este día con tres juegos
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El juego de los Lions de Detroit en el día de Acción de Gracias es una de las tradiciones más antiguas de la NFL. Desafortunadamente para los Lions en los últimos años, otra tradición es que el equipo tenga uno de los peores récords de la liga.
Detroit ingresa al Día de Acción de Gracias sin victorias en 10 juegos. Tiene un penoso récord de 0-9-1 y es poco probable que esto mejore, pues aún no se sabe si en el puesto de quarterback saldrá Tim Boyle o si Jared Goff esté lo suficientemente saludable para regresar a la acción, aunque eso tampoco es una garantía.
El jueves puede ser la mejor oportunidad para los Lions de conseguir una victoria esta temporada. Detroit se enfrenta a los Bears de Chicago (3-2), que ha perdido cinco partidos consecutivos, el último ante un equipo de los Ravens de Baltimore que no tenía a Lamar Jackson ni a Marquise Brown disponibles.
El trabajo del entrenador en jefe de los Bears, Matt Nagy, pende de un hilo ya que la temporada de Chicago se está saliendo de control. No se espera que el equipo cuente con su quarterback titular Justin Fields, ya que se prevé que el “salado” de Andy Dalton obtenga el visto bueno para jugar.
Aunque hay que recordar que la mejor actuación de los Bears de la campaña fue contra Lions en la Semana 4. Chicago corrió para 188 yardas en la victoria, la mayor cantidad de yardas terrestres en un solo juego en la temporada. Los Bears corrieron el balón el 68% del tiempo en un esfuerzo en tierra, demostrando que Chicago puede tener una ofensiva competente cuando Nagy elige ese plan de juego. Chicago tiene marca de 3-0 en juegos en los que corre el balón en más del 55% de sus jugadas ofensivas; 0-7 en los juegos que eligen lanzar.
No hace falta decir que tanto los Cowboys de Dallas como Raiders de Las Vegas quieren irse con una victoria en Acción de Gracias, pero por diferentes razones.
Dak Prescott y su arsenal ofensivo vienen de una segunda mala actuación en tres semanas después de no anotar touchdowns en su derrota ante los Chiefs de Kansas City el pasado domingo, y aunque todavía están en la cima de la NFC Este con un 7-3 récord, las pérdidas adicionales comenzarán a disminuir las probabilidades de quedar como sembrado número 1 en la conferencia.
Derek Carr , por el contrario, no está pensando en ser el mejor sembrado y, en cambio, tiene su furia dirigida a una racha de tres derrotas consecutivas que amenaza con sacar a los Raiders del panorama de los playoffs de la AFC por completo.
Los dos equipos se han enfrentado sólo 12 veces en la historia de la liga, dividiendo la serie 6-6, y es imposible olvidar la última vez que se enfrentaron, a menos que un balón suelto fuera de límites no suene. Pues es muy probable que Derek Carr aún tenga pesadillas con aquel juego del 17 de diciembre del 2017, donde su equipo perdió por su culpa.
El mayor signo de interrogación para la ofensiva de los Cowboys es el estado de CeeDee Lamb , quien sufrió una conmoción cerebral el domingo contra los Chiefs y está librando una batalla cuesta arriba para estar disponible contra los Raiders. Ya sin el cuatro veces receptor del Pro Bowl, Amari Cooper , quien permanece en el protocolo COVID-19, perder a Lamb también sería un golpe devastador para la ofensiva, que dejaría en un ataque predecible con sus dos corredores Ezekiel Elliott y Tony Pollard.
Los Bills de Buffalo visitarán a los Saints de Nueva Orleáns para cerrar el Día de Acción de Gracias de la NFL.
Buffalo sacó la calculadora luego de caer ante los Colts de Indianápolis 41-15. Esta derrota dejó a los Bills helados y con el número de su psicólogo en la mano, pues parece que los fantasmas de su pasado están tocando su puerta al estar ya en segundo lugar de la AFC Este detrás de los Patriots.
El quarterback Josh Allen es aún uno de los principales jugadores que pelean por el MVP de la temporada. Es sexto en yardas aéreas (2.811), empatado en el quinto lugar en touchdowns aéreos (21) y noveno en QBR (58.8). La selección de primera ronda de 2018 ha lanzado más de 300 yardas en cuatro juegos y ha lanzado al menos dos touchdowns de pase en ocho enfrentamientos.
Allen también es una amenaza para hacer jugadas con sus piernas. Con su 1.95 metros de estatura y sus 107 kilos de peso, es un corredor difícil de derribar. De hecho, es segundo en Bills (6-4) con 340 yardas terrestres y tres anotaciones.
Nueva Orleans por su parte ha tenido problemas durante el último mes y está en una racha de tres derrotas consecutivas, mientras los Saints luchan por mantenerse en la lista de invitados para los playoffs de la NFL.
Nueva Orleans (5-5) ocupa el décimo lugar en defensa total con 342 yardas totales por juego. Esta unidad está dirigida por el apoyador Demario Davis, quien tiene un total de 65 tacleadas en el equipo, incluyendo 44 en solitario. Davis ha registrado al menos ocho tacleadas en cuatro juegos, incluidos dos juegos con paradas de dos dígitos.