Los mejores disputarán la final, le duela a quien le duela
Se acabaron las mentiras, la historia decepcionante de un campeonato mexicano que tuvo al lugar once de la tabla general en la antesala de la final, un engaño para todos, incluso para los dueños de los equipos que se reúnen hoy con Mikel Arriola para ver pendientes, y no tendrán como el principal cambiar el formato del campeonato para buscar competitividad y calidad, sino por ser 2022 año mundialista, seguramente quitarán el repechaje.
Y ojalá sea para siempre, porque la historia de Pumas sólo tapó lo terrible que es permitir llegar a estas fases a un equipo que perdió más partidos que los que ganó, que aprovechó la crisis directiva y deportiva de dos clubes como Cruz Azul y América —además del desastre en el que se convirtió el Toluca—, y que este salto a semifinales no oculta su grave crisis institucional.
El repechaje sirvió para que los “coyoteros” como Javier Aguirre sobrellevaran el campeonato regular, con el equipo más costoso del torneo, y después clasificar en el sitio nueve como si las cosas en repechaje las solucionaría sin problemas, llevándose la sorpresa que fueron eliminados en cuartos de final por un equipo que invirtió 40 millones de dólares menos que ellos.
Soberbios y perdedores, cautelosos y miedosos. Igualmente Cruz Azul, que sigue pasando aceite a los problemas de la Cooperativa, de los “metiches” ex4T y que llevan un rumbo desalojados en la parte deportiva. Al gran fracaso de América, Cruz Azul y Monterrey, sumar a Tigres y el miedo de Miguel Herrera a jugar el partido de vuelta, cuando en la ida habían maravillado al mundo del futbol.
Pero de toda esta mediocridad no tienen la culpa Atlas ni León, segundo y tercero de la tabla, respectivamente. Equipos que saben perfectamente a lo que juegan, bien armados y sobre todo, muy bien dirigidos. Diego Cocca sabe sus carencias y las suplanta con orden, ideas y solidaridad de sus futbolistas en el campo; Ariel Holan, mostró a los mentirosos que no se necesitan meses y meses para entender cómo se juega un campeonato mexicano: en su primer torneo, finalista.
Acá no existió el discurso de la adaptación, ese que también suelen utilizar cuando no les va bien. Holan, criticado por un bajón que tuvo su equipo durante el torneo en su fase regular, lo recuperó para ser candidato al título. Alejandro Irarragorri y Jesús Martínez, agua y aceite, tienen los proyectos deportivos más ganadores de la actualidad, sumando a sus otros dos equipos, Santos y Pachuca, son liguillas tras liguillas, finales tras finales.
El torneo pasado Santos perdió con Cruz Azul, hace un año, León ganó a Pumas en la final. Hoy, el Atlas tiene la oportunidad de salir de esa maldición de no ganar el título desde que lo hizo en 1951 y lo han hecho con buen futbol, lo mismo que el León, más acostumbrado a estas instancias, y que sin ser una final mediática, será una bien jugada con los que son los mejores de la Liga MX.