Cierre de carboeléctricas de Nava impactará en 20 mil mdp
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Dejar de utilizar estas fuentes de energía causaría la pérdida de 6 mil 056 empleos en la entidad
El cierre de las carboeléctricas en Nava, generaría sobre la economía estatal una contracción de 20 mil 722 millones de pesos en el valor bruto de su producción e impactaría a 6 mil 056 empleos, señaló Alejandro Dávila Flores, académico del Centro de Investigaciones Socieconómicas de la UAdeC.
Lo anterior lo dijo en la presentación de la investigación “Noreste de Coahuila: un futuro sin carboeléctricas”, investigación que realizó para la Iniciativa Climática México y que se presentó en el del 13 Seminario Internacional de Economía Pública Local.
La contracción total se concentraría en dos sectores, como son el de electricidad con 13 mil 046 mdp (62.4% del total del sector) y la minería de carbón mineral con 6 mil 545 mdp (36.4% del total), adicionalmente a la primera le impactaría en 2 mil 023 empleos y a la segunda en 2 mil 656 empleos.
En remuneraciones la afectación sería de mil 768.18 mdp (en sector eléctrico mil 259 mdp y en minería de carbón 378 mdp), mientras que en el Excedente Bruto de Operación el impacto de 11 mil 524 mdp (7 mil 084 mdp en sector eléctrico y 3 mil 932 en minería del carbón).
En su Producción Bruta Total, Piedras Negras y Nava serían los más afectados con una contracción de 12 mil 621 mdp y perderían 2 mil 004 empleos; la Región Carbonífera vería impactada su Producción Bruta Total en 3 mil 085 mdp y en 2 mil 099 empleos y en el resto del Estado la afectación en la Producción Bruta Total sería de 5 mil 015 mdp y mil 954 empleos.
La estrategia de salida, consideró, debe contemplar la descarbonización del transporte y las industrias de la energía, indispensables para alcanzar las metas de reducción de gases de efecto invernadero (GEI), se presentará un crecimiento exponencial en la demanda de electricidad, por lo que en el sector eléctrico una transición fluida a tecnologías de generación basadas en energías limpias y de bajo costo. Asimismo México se comprometió a sustituir sus centrales carboeléctricas por plantas con bajas emisiones de GEI.