El pollo: no puede faltar
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Es un alimento muy popular entre los mexicanos, debido a su suave sabor y versatilidad
Es indudable que pollo ocupa un lugar importante en la alimentación de las familias mexicanas. Y es que, gracias a su sabor suave y a su versatilidad, es posible disfrutarlo con frecuencia sin que cause aburrimiento.
En estos tiempos en que urge un retorno a los buenos hábitos alimenticios, la carne del pollo es muy buscada por quienes desean cuidar la salud, ya que es una de las fuentes de proteína con menos grasa y colesterol que existen.
Ya sea en recetas tradicionales o vanguardistas, es un hecho que el pollo tampoco falta en los restaurantes. Además, los chefs coinciden en que es una carne ideal para mostrar los sabores de los ingredientes que la acompañan.
Entre las propiedades del pollo destaca que es rico en ácido fólico y niacina (vitamina B3), y contiene minerales como el hierro, el zinc, el fósforo y el potasio.
Si hablamos de su aporte de grasas saturadas, cabe mencionar que influye significativamente su consumo con o sin piel. Según el portal consumer.es, 100 gramos de pollo con piel aportan 3.2 gramos de grasas saturadas, mientras que sin piel aporta únicamente 0.9 gramos.
Además, debes recordar que el pollo debe siempre cocinarse por completo para eliminar totalmente el riesgo de que los microorganismos se reproduzcan. Con esta carne no hay términos medios.
Asimismo, siempre debes limpiarlo muy bien, manejarlo sobre superficies limpias y lavar escrupulosamente todo lo que utilices al hacerlo.
Verifica la cocción del pollo a conciencia: toma los tiempos indicados en las recetas como guías, pero dado que las hornillas no siempre calientan igual, modifica el tiempo de preparación hasta que la carne quede perfectamente cocida.
Debido a que la carne de pollo se echa rápidamente a perder, si no lo vas a congelar, debes consumir el producto hasta dos días después de la fecha de empaque y por ningún motivo después de la fecha de caducidad indicada.
Al momento de comprarlo, recuerda que medio kilo de pollo deshuesado es suficiente para servir a cuatro personas, pero medio kilo de cualquier pieza de pollo con hueso sirve para dos, máximo tres personas.