Enfermedades del ombligo
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La depresión de la piel que queda tras romperse el cordón umbilical en el bebé, está habitada por más de 1,400 cepas de microbios.
Madrid, España.- Este inocente orificio, resultado de la cicatriz que se forma al cortar el cordón umbilical tras el parto, ha sido tradicionalmente un elemento anatómico capaz de levantar pasiones, como símbolo de sensualidad, erotismo y seducción.
En algunas épocas exponerlo a las miradas ajenas era considerado poco menos que una provocación sexual. Hoy en día, cuando la desnudez de esa parte del cuerpo ha dejado de ser un tabú, pocas personas son insensibles a la visión de un ombligo femenino o masculino, expuesto sobre un vientre plano.
Según el doctor Manuel Zamora Gómez, experto en Valoración del Daño Corporal y director de la web 'Nutriguía' (http://nutriguia.com), "el ombligo es una cicatriz inútil para el adulto, aunque cuando está abierto durante la vida uterina es fundamental para que sobreviva el feto".
"El cordón umbilical es un conducto gelatinoso de alrededor de medio metro de largo, que se extiende desde el abdomen del futuro bebé hasta la placenta materna. Por su interior discurren vasos sanguíneos, por donde fluyen la sangre oxigenada y abundante en sustancias nutritivas y la sangre venosa", explica.
Según el doctor Zamora, "tras el parto, los médicos cortan el cordón umbilical, dejando un colgajo que se cierra con una pinza. Con el paso de los días, este fragmento se momifica, después se seca y cae sólo. La herida cicatriza, los tejidos circundantes se retraen y así se origina el ombligo".
LA FAUNA DE LA PRIMEA CICATRIZ HUMANA
Alrededor de 1,000 cepas de distintos tipos de microbios viven en el ombligo humano, de acuerdo a una investigación de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (NCSU, por sus siglas en inglés), en Raleigh (Estados Unidos).
La mayor parte de los microbios detectados por los investigadores del proyecto Biodiversidad del Ombligo son conocidos como el 'Staphylococcus epidermidis', la cepa más frecuente presente en la piel, y el 80 por ciento de ellos pertenecen a un grupo de 40 especies.
Una de las razones de la biodiversidad microbiana del ombligo, obedece a que en esta zona del cuerpo los microbios "están relativamente aislados y protegidos", según los expertos de la NSCU. Â
Algunos de estos microbios son patógenos y pueden provocar problemas de salud si no se toman determinadas precauciones.
Onfalitis, así se denomina un problema que muchos creen limitado a los bebés y niños, pero es bastante frecuente en los adultos, en quienes suele ser localizado. Es de evolución lenta y crónica y esta infección de ombligo se resuelve con antibióticos.
Para detectarla y prevenirla, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) español aconseja acudir al médico si se nota el ombligo enrojecido, caliente, maloliente e hinchado, por el que fluye un líquido e incluso pus, así como vigilar los botones o tejidos de la ropa, ya que muchas veces pueden irritar el ombligo y la zona que le rodea.
Desde el CGCOM también recomiendan mantener una adecuada higiene del ombligo, lavándolo con jabón neutro durante cada baño o ducha y secando bien sus pliegues, para evitar que acumule humedad, suciedad o gérmenes.
"La presencia de una onfalitis recurrente en un adulto con una buena higiene del ombligo obliga a descartar una patología subyacente, como un quiste epidérmico, hernia umbilical o endometriosis", señala el CGCOM.
DESTACADOS:
* "El ombligo es una cicatriz inútil para el adulto, aunque cuando está abierto durante la vida uterina es fundamental para que sobreviva el feto", según el doctor Manuel Zamora Gómez, experto en Valoración del Daño Corporal.
* Alrededor de 1,400 cepas de distintos tipos de microbios viven en el ombligo humano y el 80 por ciento de ellas pertenecen a un grupo de 40 especies, de acuerdo a una investigación de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (NCSU, por sus siglas en inglés), en Raleigh (Estados Unidos).
* Para prevenir las infecciones umbilicales, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos español aconseja acudir al médico si se nota el ombligo enrojecido, caliente, maloliente e hinchado, por el que fluye un líquido o pus, así como vigilar los botones o tejidos de la ropa, ya que pueden irritar el ombligo.