G8 y la cuestión del crecimiento: EU contra Europa
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Ya antes de las cumbres del G8 y el G20, el presidente estadounidenese Barack Obama advirtió que la política europea de contención amenaza el crecimiento global y daña a Estados Unidos
Huntsville.- ¿Sanear el presupuesto o seguir generando deuda? La disputa entre Estados Unidos y Europa sobre la mejor política para lograr el crecimiento económico crece por momentos.
Poco antes de la cumbre que los principales países industriales y Rusia - G8 - celebran en Canadá, el secretario del Tesoro estadounidense Timothy Geithner reclamó a sus socios europeos que fomenten el estímulo de la economía. Si es necesario, para conseguirlo deben endeudarse aún más.
El primer ministro británico, David Cameron, se mostró sin embargo en contra y defendió el saneamiento de las cuentas públicas para conseguir un crecimiento global.
Ya antes de las cumbres del G8 y el G20, el presidente estadounidenese Barack Obama advirtió que la política europea de contención amenaza el crecimiento global y daña a Estados Unidos.
Durante una entrevista con el canal británico BBC, Geithner echó más leña al fuego. El mundo, dijo, "no puede seguir siendo tan dependiente de Estados Unidos como en el pasado". Ahora los países industrializados deben ocuparse de conseguir un mayor crecimiento y de recuperar la confianza.
"Europa puede elegir entre hacer reformas y una política que facilite unas tasas de crecimiento más fuertes en el futuro", dijo Geithner.
Tanto Europa como Estados Unidos coiniciden en que hay que reducir el déficit de las cuentas públicas, pero "siguen caminos diferentes y a velocidades diferentes".
Los jefes de Estado y de gobierno se reúnen hasta el sábado en la localidad canadiense de Huntsville, 220 kilómetros al norte de Toronto. El primer punto en el orden del día es la situación de la economía mundial. El segundo tema a abordar es la ayuda al desarrollo.
Canadá se gastó 1.100 millones de dólares canadienses (unos 860 millones de euros) en la organización de las cumbres para las que se movilizaron a 12.000 policías tan sólo en Toronto.